Libertad emocional: desligarnos de lo que otros piensan sobre nosotros

La libertad no es solo ser el dueño de las acciones y decisiones de nuestras vidas. Hay otro tipo de libertad importante que es aún más invisible. Se trata de la libertad emocional. ¿Te sientes bien? ¿Eres feliz? ¿Te afecta lo que otros piensan de ti?

libertad emocional

Quien tiene libertad emocional mantiene emociones positivas incluso si otros no lo aceptan. En el momento en que te dejas afectar por la opinión de otra persona, ya no eres libre. Debemos ser conscientes de que siempre habrá personas que amamos y personas que no nos serán de mucha ayuda.

La libertad es ignorar la negatividad de nuestro entorno, y no dejar que nuestro entorno interno se deteriore.

Crear un espacio individual interno

La felicidad está dentro de nosotros, nadie puede engañarnos si no queremos. Si creas un espacio interior completamente individual, no dependerás de nadie que tenga buenas emociones.

Crea un buen ambiente en tu habitación interior y accede a ella en cualquier momento. En este espacio individual deben quedar claro cuáles son tus virtudes, lo que amas de ti mismo, cuánto te aprecias y cuánto quieres disfrutar, disfrutar de todo lo que te apasiona.

Lo importante es no tratar de complacer a los demás, lo que otros piensan no es importante. Lo más importante es nuestro bienestar emocional y eres tú quien puede mantenerlo.

Un ejemplo de una persona tratando de poner fin al bien de los demás

Imagina que te sientes feliz, y sales a cenar con un grupo de personas. Sin embargo, en esta reunión hay alguien que empieza a dirigirse hacia ti de una forma que no te agrada. Es uno de tus compañeros extrovertidos que te reclama por tu actitud introvertida: «Di algo, ¿por qué nunca dices nada? Ya es hora de que dejes de ser tan callado».

Conoces a esta persona, y sabes que acostumbra a criticar a los demás. Y te sientes intimidado e inseguro por lo que tenga que decir de ti.

Si su comentario te molestó e incomodó, significa que careces de aceptación y autoestima, y, cuando la autoestima se debilita, la libertad se pierde y nuestro bienestar está más expuesto dependiendo del entorno externo.

¿Cómo reacciona una persona sin libertad emocional?

Al ser una persona introvertida sin libertad emocional, pasas de sentirte bien y feliz, a sentirte atacado y vulnerable debido a comentarios. Cuando se dirigen hacia ti una vez más, no dices nada, te sientes nervioso y piensas que no perteneces a este grupo.

Continúas comiendo todo el tiempo que puedes, y cuando llega el momento, decides retirarte de la reunión. ¿La razón? Esto se debió principalmente a un comentario de alguien que que quería afectar tu bienestar. Pero eres consciente de que la opinión de alguien empeoró tu bienestar emocional.

Por lo tanto no eres una persona libre, ya que estás expuesto a que esto te suceda en cualquier lugar. Si no te sientes aceptado, ya no te sientes bien contigo mismo, por lo que te falta libertad.

¿Cómo reacciona una persona con libertad emocional?

La persona que tiene libertad emocional, no le da importancia a este comentario. Incluso podría tomarlo como una broma y responder algo como: «Si, soy tan introvertido. Así que diré lo que quiera cuando tenga ganas, no todos somos unos parlanchinos jaja»

¿El resultado? Esta persona ha demostrado que se acepta a sí misma tal como es, otros no le darán significado y comprenderán que todos son unidireccionales. El introvertido continúa con su buen estado emocional y disfruta de la cena y la reunión, y no deja que la opinión de otro prevalezca sobre la suya. 

No dejes que los errores de los demás te afecten

Este es el principio más grande del bienestar emocional. Si comprendes esto, no dejarás que lo que nadie diga te afecte. Una persona que se siente bien consigo misma, tiene una autoestima saludable, nunca intentará complacer a los demás, atacar o criticar, porque quien se siente bien consigo mismo, trata bien a los demás.

Por esta razón, las personas que ocultan problemas internos, tratan de estropear el bien de los demás. Y si eres consciente de ello, las opiniones negativas de los demás ya no te afectarán.

Nadie puede lastimarte sin tu consentimiento, si te causan emociones negativas, es porque no usas las herramientas para mejorarte.

No son otros los que nos lastiman, somos nosotros mismos los que confirmamos la opinión negativa de los demás. Sería más saludable aceptarnos y apreciarnos, independientemente de lo que esté sucediendo en el exterior.