Maneras de mantener la calma durante una discusión para no afectar tu salud

Es una de esas cosas que sabes que no está bien pero no siempre puedes dominar. Cuanto más enojo sientes, y cuanto más rápido se intensifica, más probable es que estés en medio de una completa discusión con tu jefe, tu hermano, o tu pareja. Pero no todo es tu culpa, cuando tu cuerpo percibe una amenaza, naturalmente te prepara para sobrevivir a la batalla.

pareja discutiendo

Cómo mantener la calma durante una discusión

Además, debes saber que, durante las discusiones, los hombres son más propensos a reaccionar a las agresiones en el momento. Mientras que las mujeres son más propensas a tomarse un tiempo antes de reaccionar a los desacuerdos. Saber sobre estas diferencias puede servirte para evitar peleas y que uno de los dos termine durmiendo en el sofá.

1. Conoce tus desencadenantes

Un gramo de prevención tiene mayor valor que un kilogramo de medicina. Cuando se trata de una discusión, ese extraño refrán es definitivamente cierto. Al conocer qué es lo que te enfurece, estarás en mejor posición para alejar los conflictos antes que comiencen. Sabiendo esto tendrás menos opciones para perder la paciencia y compostura. Cuanto mayor conciencia tengas de tus desencadenantes tendrás un mejor autocontrol y evitarás que otros jueguen con tus cuerdas emocionales.

2. Hacer una pausa

Cuando veas formarse las nubes de tormenta en el horizonte, respetuosamente pide tomar un respiro antes de continuar la discusión. Esto no significa salir corriendo de la oficina o trancar la puerta de la cocina con tu esposa adentro. Lo que puedes decir es que deseas resolver el problema, pero primero te gustaría ordenar tus pensamientos. Si puedes tómate un descanso de al menos 30 minutos antes de retomar la conversación.

3. Respirar

Cuando el organismo siente que está por entrar en una discusión, la presión arterial aumenta y la respiración se acelera. Tomando algunas respiraciones lentas, serás capaz de detener la marea de adrenalina que cursa a través de tu cuerpo. Dejar de respirar también te da la oportunidad de analizar por qué estás molesto. ¿Fue algo que la otra persona dijo? ¿Sólo tienes hambre? Pausar para respirar te ayudará a identificar lo que no habías notado antes.

4. Analiza tu abanico de palabras

Tus palabras tienen todo el poder para cambiar la dirección de una discusión que se avecina. Evita las frases negativas como «¡Estás equivocado!», en su lugar puedes señalar diplomáticamente que tienes otro punto de vista. Además, es importante limitar las críticas directas que acumulas a la otra persona, especialmente si es tu pareja. Cuando los cónyuges se dirigen críticas entre sí, los niveles de estrés aumentan y junto con él, las discusiones.

5. Escuchar

A menos que te ganes la vida como consejero, desarrollar tus habilidades para escuchar podrían tomarte cierto trabajo. No sólo es un signo común de respeto, sino que también le da la capacidad de ver si hay áreas donde también estás en falta. Además, escuchar te permite demostrar activamente que lo que tu pareja te dice, realmente te importa. El uso de la comunicación constructiva es clave para una relación duradera.

6. Limita la cafeína

Cuando te encuentres atrapado en ciclos de discusiones más de lo normal, trata de limitar tu consumo de cafeína. La ingestión de más de 500 miligramos de cafeína por día puede elevar la ansiedad y disparar las hormonas del estrés. Una taza de café promedio tiene alrededor de 100 miligramos de cafeína, así que procura no tomar más cinco tazas.