Nadar en agua fría mejora los síntomas de la menopausia y esta es la razón

La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres, pero puede estar acompañada de síntomas incómodos como sofocos, cambios de humor y dificultades para dormir.

Sin embargo, un remedio inesperado para aliviar estos síntomas podría encontrarse en las aguas frías de la natación.

Estudios científicos respaldan la idea de que sumergirse en agua fría puede tener beneficios significativos para las mujeres que atraviesan la menopausia.

¿Cómo puede ayudar nadar en agua fría?

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Brighton, publicado en la revista Menopause, encontró que la exposición regular al agua fría durante la natación puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos en mujeres menopáusicas.

Los investigadores sugieren que el impacto del agua fría en la piel puede desencadenar una respuesta nerviosa que modula la temperatura corporal, lo que resulta en una reducción de los sofocos.

Además, la natación en agua fría puede mejorar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la inflamación, lo que puede aliviar el dolor en las articulaciones y los músculos, síntomas comunes durante la menopausia.

Un estudio publicado en el European Journal of Applied Physiology encontró que la exposición al agua fría durante el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo periférico y reduce los marcadores inflamatorios en el cuerpo.

Además de los beneficios físicos, la natación en agua fría también puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional durante la menopausia.

El ejercicio en general libera endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad.

La natación en grupo o en clases también puede proporcionar un sentido de comunidad y apoyo, lo que es especialmente importante durante esta etapa de la vida.

En resumen, nadar en agua fría puede ofrecer una combinación única de alivio físico y emocional para los síntomas de la menopausia.

Sin embargo, es importante consultar con un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, especialmente durante la menopausia, para asegurarse de que sea seguro y adecuado para cada individuo.