Si fuiste criado por unos padres narcisistas o alguno de ellos lo era/es, es probable que tu vida temprana haya estado marcada por una imprevisibilidad extrema. No habrás experimentado la sintonía empática cotidiana de parte de tu protector y guardián, y esto tendrá una consecuencia en términos de cómo has regulado tus emociones, estados de ánimo y psicología.
Si tuviste un padre que sufrió problemas narcisistas no diagnosticados, probablemente creciste en un hogar muy perturbador y muchas veces los síntomas de un trastorno de estrés postraumático no son fáciles de identificar.
Daños que provoca un padre narcisista
Es probable que hayas crecido escondido de los cambios de humor volátiles e impredecibles de tus padres. Su capacidad de empatizar contigo de manera frecuente y directa habrá sido propensa a interrupciones repentinas, a veces violentas.
La experiencia de un hijo afectado por la presencia de padres narcisista reza lo siguiente:
«Es difícil para mí pensar en mi padre sin tensarme un poco. Él podría ser tan amable y cariñoso, pero nunca se sabe cuándo cambiaría su estado de ánimo. Podría pasar por nada. Recuerdo una vez que se enojó conmigo porque dijo que me estaba frotando demasiado los ojos. Tuve alergias cuando era niño y recuerdo que un día se asustó. De repente, estaba justo en mi cara gritando como un loco. Fue aterrador, nunca lo he olvidado. Ahora si me froto los ojos, de repente pienso en ello y me tensiono.»
Consecuencias directas en el niño
- Si fuiste criado en este tipo de ambiente, es probable que tengas problemas para relajarte y confiar en el mundo.
- No habrás podido confiar en tus padres de manera cotidiana, en consecuencia, tu capacidad para relajarte, ser espontáneo, ser creativo y jugar probablemente se vió comprometido.
- Es probable que las relaciones te sean difíciles de llevar y mantener.
- El trastorno por estrés postraumático como consecuencia de vivir con un padre narcisista es otra de las consecuencias.
- Cuando hayas vivido una infancia que involucró este tipo de explosiones impredecibles y traumáticas, particularmente si no había nadie disponible para ayudarte y con quien compartir la carga, entonces es probable que te haya causado problemas significativos.
Señales de problemas emocionales
Las personas que han vivido experiencias traumáticas no diagnosticadas como estas pueden desarrollar todo tipo de problemas emocionales y psicológicos secundarios. Los síntomas más visibles suelen ser algunos de los siguientes:
- ansiedad
- enfermedades inexplicables
- problemas para dormir
- problemas de concentración
- conductas adictivas
- problemas en sus relaciones
- problemas para construir una carrera
- soledad y aislamiento
- problemas con las bebidas y las drogas
Puede sonar sorprendente, pero muchas personas que presentan este tipo de problemas viven con trastorno de estrés postraumático sin darse cuenta.
Si tienen, o fueron criados por un padre narcisista que era propenso a arrebatos violentos repentinos e impredecibles, o cuyas propias necesidades emocionales ocuparon todo el espacio, puede ser difícil tomarse en serio las propias necesidades. Si nadie más estaba allí para cuidarte y ponerte primero, entonces lucharás por hacer esto por ti mismo.
Cómo superarlo con terapia
Los niños que han sido criados en este tipo de entornos pueden tener dificultades para continuar haciendo todo tipo de cosas. Pero es posible recuperarse y reparar el daño causado por este tipo de crianza, aunque requiere tiempo y compromiso.
Parte de lo que lo hace tan difícil es encontrar la forma de confiar en un psicoterapeuta.
Pregunta : Creciste teniendo mucho cuidado de no ponerte en riesgo con otras personas. ¿Cómo se supone que debes encontrar la forma de confiar en un terapeuta ahora?
Respuesta : No hay una respuesta rápida y fácil a esa pregunta. Toma tiempo durante el cual la terapia probablemente pasará por períodos de pruebas profundas.
Si tienes suerte, llegarás a un punto en tu terapia donde podrás superar esa barrera de desconfianza y descubrir que la confianza es posible.
En este punto, podrás ver que los problemas subyacentes en tu vida han sido causados por los traumas de tu experiencia temprana con un padre o madre narcisista. Y, si puedes llegar a este punto con un terapeuta, puedes hacerlo también con otras personas.
No dejes que tu vida permanezca encarcelada en tu pasado, no sigas siendo rehén de tus padres narcisistas y traumatizantes. Es hora de que te liberes de esa jaula y comiences a ser la persona que puedes ser.
