¿Qué es la inteligencia emocional y cómo desarrollarla?

La inteligencia emocional (EQ), término creado por Daniel Goleman alrededor del año 1966, se define como la habilidad de reconocer, entender y gestionar las emociones propias y ajenas. Además, incluye la capacidad de influir sobre los sentimientos de otras personas y ser conscientes de que los mismos definen su comportamiento; en especial, bajo situaciones excitantes o estresantes. 

Aprende a desarrollar la inteligencia emocional

El nivel de EQ que poseemos se pone de manifiesto a diario, cuando hablamos con un amigo o conocido, recibimos instrucciones del jefe, negociamos el precio de un servicio, nos defendemos de una acusación, terminamos o iniciamos una relación sentimental, etc. Es decir, el éxito en la vida no depende únicamente de la obtención de un título universitario o del desarrollo laboral, sino además de la capacidad de entender y canalizar las emociones.

De lo anterior se deduce que el coeficiente intelectual con el que se nace no es la única variable para alcanzar el triunfo; incluso, muchos psicólogos opinan que la inteligencia emocional es aún más trascendental en la vía del éxito. La razón es que la habilidad requerida al leer e interpretar las señales corporales y verbales que envían los demás y reaccionar del modo apropiado es, asimismo, un talento fundamental. La buena noticia es que es posible desarrollar estas capacidades.

Factores de la inteligencia emocional

Hay cinco elementos que definen tu nivel de EQ:

  • Conciencia. Relacionada con el conocimiento de tus emociones durante su manifestación; y también de su impacto posterior. Así, tiene que ver con la autoestima y la seguridad que se siente acerca de las propias habilidades.
  • Autocontrol. Se entiende como el poder de canalizar los sentimientos, conservar la integridad, asumir la responsabilidad de las acciones realizadas, adaptarse a los hechos cambiantes y mantener una mente abierta hacia las nuevas opciones. Abreviadamente, se trata de poseer disciplina mental.
  • Motivación. Concierne con mantener el entusiasmo, cumplir con las responsabilidades y trabajar bajo estándares personales de excelencia; al igual que, estar comprometido y mostrar iniciativa y optimismo en todo lo que se hace. Las frases motivacionales resultan útiles en este renglón.
  • Empatía. Aquí se engloba el interés por anticipar, entender y satisfacer las necesidades de otros. La idea es reconocer que todos somos diferentes pero, al mismo tiempo, deseamos ser comprendidos.
  • Socialización. Poseer habilidades sociales es vital para triunfar; las mismas te permitirán influir en los demás, comunicarte de manera efectiva y convertirte en un líder. Asimismo, este factor abarca la gestión de conflictos; más los niveles de cooperación y de construcción de enlaces interpersonales.

Herramientas para incrementar tu inteligencia emocional

Ser emocionalmente inteligente es una posibilidad a tu alcance, lo único que debes hacer es seguir ciertas pautas:

Identifica las emociones

Trata bajo cualquier circunstancia, en especial en los momentos difíciles, de reconocer la emoción que te controla. Define si estás airado, ansioso o triste, sentimientos que tienen mucho en común y pueden manifestarse de manera semejante. Si sientes un gran disgusto, no actúes ni tomes decisiones hasta que te hayas calmado.

Entiende la causa de lo sucedido

Comprender lo que ha generado esa emoción en ti o en la otra persona te ayudará a actuar adecuadamente y a evitar la tentación de hacer juicios acelerados. Con la práctica entenderás los patrones de conducta con mayor facilidad e identificar los sentimientos te resultará más sencillo.

Habla libremente de tus sentimientos

Es común que a la gente le resulte más fácil exponer sus pensamientos que sus sentimientos. Tal vez la única emoción que se expone con libertad es la alegría, pero ante las situaciones conflictivas se suele enmascarar lo que se siente. Si aprendes a ser sincero respecto a lo que te sucede podrás crear empatía en otros y aun sentirte mejor contigo mismo.

Valora las cualidades de los demás

Por lo general, es más sencillo criticar que entender y apreciar las virtudes ajenas. Por ejemplo, si te enteras de que un amigo ha salido adelante en una situación difícil, muestra interés y pregúntale como lo logró. Reconocer y captar lo bueno de otros no es tan solo un gesto enriquecedor, se trata de un conocimiento que podrás capitalizar en tu provecho.

Mantén la calma ante el enojo y la ansiedad

No se trata de una misión sencilla pero, disfrutarás las consecuencias. Si te calmas primero y hablas con el ofensor después, podrás evitar una rencilla inútil, habrás dado una lección sobre valores humanos y quizás, darás pie a una relación entrañable a futuro. Igual principio aplica respecto a las acciones indisciplinadas de tus hijos.

Enfócate en eliminar lo negativo

Si luchas por erradicar los pensamientos negativos que te estancan y quitan las energías, podrás trabajar en la construcción de nuevos hábitos que enriquezcan tu vida y contribuyan a hacerte más feliz a ti y a los que amas. En cada situación conflictiva, busca una lección, aspecto o mensaje que te ayude a superarla.

En conclusión, la inteligencia emocional puede ser la clave para el éxito. Su aporte es valioso en todas las circunstancias y roles que cumples y lo que es más importante, con un pequeño esfuerzo podrás aprenderla a desarrollarla y a beneficiarte de la misma. Un psicólogo te ayudará a definir ejercicios y actividades que te lleven a incrementarla.