¿Por qué deberías plantar un diente de ajo en tus macetas? La punta brillante de los floristas.

El ajo es una planta bulbosa perenne. La cabeza de este tubérculo está formada por vainas que se utilizan crudas o cocidas, en la cocina, para realzar el sabor de los platos y darles más sabor. 

Esta planta comestible es conocida por sus virtudes medicinales y sus propiedades antisépticas y desinfectantes. Pero eso no es todo, también es muy beneficioso para nuestras plantas. Descubre el interés de enterrar el ajo en la maceta de las plantas de interior.

Para cuidar tus plantas de interior y favorecer su crecimiento y floración, es importante protegerlas de los parásitos y plagas que las atacan. Para ello, no es necesario recurrir a plaguicidas químicos nocivos para la salud y el medio ambiente. Puede usar repelentes naturales, como dientes de ajo, para protegerse de las plagas de insectos.

¿Por qué se debe enterrar el ajo en la maceta de las plantas de interior?

Gracias a su olor penetrante y sus propiedades antibacterianas, el ajo es muy efectivo para mantener alejadas a las plagas y parásitos que asolan tus plantas.

El ajo se puede utilizar para las plantas del jardín, el huerto o incluso las plantas de interior.

Respecto a las plantas que cultives en casa, en interior, se recomienda plantar un diente de ajo en la maceta de tus plantas, para así ahuyentar a los parásitos aficionados al follaje de las plantas.

Ten en cuenta, sin embargo, que el diente de ajo no debe permanecer en el suelo por mucho tiempo. Tan pronto como comience a brotar, retíralo de la maceta y reemplázalo con otro ajo más fresco. Puedes repetir este consejo 2 o 3 veces al mes.

También puedes preparar repelente con ajo

Otro truco es usar los dientes de ajo para preparar un insecticida natural que rociarás sobre el follaje de tus plantas, pero solo al atardecer, para evitar quemar el follaje de tus plantas.

Para preparar tu insecticida, pica finamente unos 100 g de dientes de ajo y añádelos a un litro de agua descalcificada, como agua de lluvia o agua de manantial. Cubre la mezcla y deja macerar durante 24 horas.

Luego, hierve la mezcla en una olla tapada durante unos 30 minutos. Deja que su preparación se enfríe sin quitar la tapa, luego filtra y transfiere la solución a una botella con atomizador.

Esta preparación solo puede conservarse durante 24 horas, en un lugar fresco. Usa tu insecticida puro para tratar los ataques de pulgón.