Al igual que las personas adultas, los niños también pueden llegar a desarrollar trastornos de ansiedad en la infancia. Cuando un niño o niña tiene algún tipo de trastorno de ansiedad, es fundamental su pronto diagnóstico y tratamiento, ya que este puede dificultar su sano y correcto desarrollo.
La ansiedad en la infancia es normal
La ansiedad es una emoción natural que experimenta el ser humano ante eventos potencialmente peligrosos. Esta respuesta ante amenazas es útil para la supervivencia, ya que evita que tomemos acciones que nos pongan en peligro. Es de este modo que los niños pueden tener ansiedad y temor a ciertas circunstancias, especialmente a las experiencias nuevas.
Existen tres tipos de miedos o temores adaptativos, los cuales son completamente naturales, estos son los siguientes:
- Temor al daño físico.
- Miedo a los animales.
- Temor a la separación.
El primero de los temores es totalmente normal y natural, ya que es una forma de evitar entrar en contacto con objetos o sustancias peligrosas, e incluso exponerse a situaciones de riesgo que puedan alterar el bienestar físico. Es así que los niños pueden temer a las alturas por temor a caer y hacerse daño.
Este tipo de miedo también puede reflejarse a estímulos intensos o desconocidos. Un claro ejemplo de esto puede ser el sonido de los fuegos artificiales al estallar, el ladrido de un perro e inclusive el sonido de una licuadora o secadora en funcionamiento si el niño antes no ha sido expuesto a estos estímulos.
Por otro lado se encuentra el miedo a los animales, lo que se asocia con el temor instintivo hacia los depredadores. Los niños pueden tener miedo y sentir ansiedad ante la presencia de animales, especialmente si son de gran tamaño.
Por último, está el temor a la separación de las figuras de apego como los padres. Este miedo y ansiedad se manifiesta deforma natural, ya que los padres representan una figura de protección ante los posibles peligros del entorno.
¿Cuándo pasa a ser un trastorno de ansiedad?
En caso de que estos temores o ansiedades representen una dificultad en la vida diaria del niño, e impida su correcto desarrollo social y emocional, pasaría a ser un trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad en la infancia se caracterizan por un temor y ansiedad constante, muchas veces, sin una justificación real.
Además de esto, los niños con trastornos de ansiedad tratan de evitar situaciones en particular. Esto puede afectar de forma negativa en la manera en la que el niño interactúa con otros niños. Si el trastorno no se trata, en la vida adulta podría resultar en depresión.
Tipos de trastornos de ansiedad en la infancia
Durante la infancia, es posible que se presenten los siguientes tipos de trastornos de ansiedad:
Trastorno de ansiedad generalizada
Este tipo de trastorno se caracteriza por ser una ansiedad y preocupación constante y elevada hacia cualquier evento o situación. Los niños con este trastorno de ansiedad presentan el siguiente cuadro:
- Dificultad e imposibilidad de controlar la ansiedad.
- Preocupación excesiva sobre cualquier cosa.
- Dificultad para concentrarse.
- Cansancio o fatiga.
- Trastornos del sueño.
- Irritabilidad e impaciencia.
Trastornos fóbicos
Los trastornos fóbicos se relacionan con el miedo excesivo o irracional ante una situación u objeto en particular. En este caso, los niños pueden desarrollar una fobia a la oscuridad, a la escuela, a los perros, o alguna otra cosa o situación en concreto. Un niño con trastorno fóbico o una fobia específica cumple con los siguientes criterios:
- Temor excesivo o irracional hacia algo en particular.
- Ansiedad y diversos síntomas de malestar al estar expuesto ante aquello que produce temor.
- Evitación del objeto o situación temida.
- Dificultad para llevar una vida normal a causa de la fobia específica.
Ansiedad de separación
Por su parte, el trastorno de ansiedad en la infancia de separación consiste en el malestar y la ansiedad excesiva ante la separación de las figuras de apego o antela anticipación de dicha separación. Se caracteriza por lo siguiente:
- Preocupación excesiva ante la posible pérdida de las figuras de apego.
- Ansiedad y temor ante la sola idea de separarse de las figuras vinculadas.
- Miedo a dormir solo o quedarse solo en casa sin las figuras de apego.
- Al separarse o anticipar la separación de las figuras de apego, se manifiestan quejas de dolores de cabeza, abdominales, entre otros síntomas.
Tratamiento
Los trastornos de ansiedad en la infancia pueden ser tratados mediante terapias cognitivo-conductuales. Es de suma importancia realizar un tratamiento lo antes posible, ya que estos trastornos pueden tener un impacto realmente negativo en la vida de las personas que los padecen.
La terapia con un enfoque cognitivo-conductual consiste en técnicas de exposición, relajación y cognitivas. También pueden realizarse prácticas reforzadas, técnicas de modelado y aplicarse tratamientos psico-farmacológicos.
Los niños son bastante vulnerables, y no sólo ante los trastornos de ansiedad en la infancia, sino a muchos otros factores. Es por ello que es tan importante cuidarlos y hacer lo posible por garantizar su bienestar físico y psicológico.