¿Por qué tengo dolor en todo el cuerpo? – Dolor generalizado

El dolor es un síntoma que muchas veces resulta molesto; sin embargo, es uno de los principales mecanismos protectores con los que contamos.

cómo tratar el dolor generalizado en todo el cuerpo

Sentir dolor nos pone en alerta frente a una amenaza y nos lleva a tomar acción.  Es así como el dolor frente a una lesión hace que inmediatamente ocurra un movimiento reflejo que aleja la parte del cuerpo afectada de la fuente del daño, evitando que ocurra una lesión mayor.

El dolor es un síntoma muy complejo, que puede ser clasificado de diversas formas. En este artículo nos centraremos en describir el dolor que afecta de forma global a todo el cuerpo o gran parte de él.

Dolor generalizado

El dolor puede afectar a una zona o región específica, lo cual se relaciona con un daño localizado, sin embargo, es posible que afecte a varias estructuras de forma simultánea, pasando a llamarse dolor generalizado.

Se trata de un dolor que afecta tanto al tronco como a las extremidades y estructuras de la cabeza en forma simultánea. El dolor generalizado puede ser a su vez agudo, cuando dura desde pocos días hasta unos 3 meses, o dolor crónico cuando persiste en el tiempo más allá de los 3 meses.

Causas de dolor generalizado

Existen varias afecciones que pueden llevar a la aparición de un dolor generalizado. Las mismas se describen a continuación.

Infecciones

Algunos microorganismos tienen un ciclo de replicación que se lleva a cabo en los músculos, una vez que se multiplican rompen las células para salir a la sangre y alcanzar nuevas células para continuar este ciclo.

Al romperse las células musculares se liberan sustancias que activan el proceso de inflamación, lo que estimula además las fibras nerviosas que conducen los estímulos dolorosos al cerebro.

Las infecciones que producen dolor generalizado son ocasionadas generalmente por  virus. Las más frecuentes son las debidas al virus del Dengue, virus Chikungunya, virus del Zika y virus Mayaro.  Son virus de la familia de los arbovirus que se transmiten por vectores (mosquitos infectados con alguno de estos virus).

Enfermedades articulares

Las articulaciones pueden afectarse por diversos trastornos. Lesiones como los traumatismos, infecciones o el sobreuso afectan a una o pocas articulaciones, sin embargo, existen condiciones que pueden afectar a varias articulaciones de forma simultánea.

La artrosis es una de estas condiciones.  Se trata de un trastorno degenerativo que llega a afectar al 80 % de los mayores de 65 años de edad, en el cual ocurre un desgaste del cartílago articular que leva a su erosión. Esto origina síntomas como dolor y traquido al efectuar movimientos. Existen varias formas de artrosis, algunas son localizadas, pero también existe una forma generalizada.

Otra enfermedad articular que puede ocasionar dolor generalizado es la artritis reumatoidea. Se trata de un trastorno de tipo inflamatorio y autoinmune que se inicia en la juventud o en la etapa de adulto joven, esta enfermedad afecta a las estructuras que conforman la articulación llevándolas a su destrucción. En este caso el dolor generalizado es agravado por el reposo.

Fibromialgia y síndrome de sensibilización central

La fibromialgia es una condición en la cual existe una alteración en la percepción de estímulos dolorosos por parte del cerebro, lo cual lleva a que la persona sienta dolor en todo el cuerpo, principalmente a nivel de los músculos.

Esta enfermedad se relaciona con la presencia de niveles disminuidos de serotonina a nivel del cerebro.  La serotonina es un neurotransmisor relacionado con los estados anímicos, su disminución produce depresión, esta sustancia también es un mensajero importante en la trasmisión de señales a nivel de las vías del dolor.

Los cambios químicos en los trasmisores cerebrales presentes en las personas afectadas por esta condición llevan también al desarrollo de fenómenos como la alodinia, en la que un estímulo táctil que normalmente no es molesto se percibe como dolor, al igual que la hiperalgesia manifestada como una exacerbación en la intensidad del dolor percibido.

Estos fenómenos no son exclusivos de la fibromialgia.  Forman parte de los llamados síndromes de sensibilización central de los cuales la fibromialgia forma parte. 

La sensibilización central se produce cuando ocurre una lesión que afecta a una estructura del sistema nervioso, principalmente un nervio periférico.  Esto lleva a que este “se libere” de los mecanismos reguladores de la transmisión de la señal dolorosa que normalmente apagan estas señales, limitando la duración en el tiempo del dolor.  Esto se traduce en una transmisión constante de una señal dolorosa en ausencia de un estímulo o una causa que la produzca.