¿Qué tan peligroso puede resultar un accesorio (auriculares) que hemos asociado con una multitud de actividades diarias, desde el ejercicio matutino hasta el trabajo? Conoce por qué usar auriculares de manera imprudente puede ser peligroso.
Usarlos en el autobús, durante el entrenamiento o incluso en los quehaceres del hogar suele ser algo habitual. Se han convertido en un complemento imprescindible del día a día, pero es hora de quitártelos y leer atentamente los riesgos que suponen para tu salud.
Problemas auditivos por el uso continuo de auriculares
El uso prolongado, explica el Dr. Christian Moro, profesor asistente de ciencia y medicina en la Universidad de Bond, puede afectar las células (cera), sustancia aceitosa y pegajosa producida en el canal auditivo a secreciones aceitosas de las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Gracias a esta cera se mantiene la limpieza de la oreja, ya que bloquea la entrada de insectos, bacterias y agua.
Este proceso natural de autoconservación que tiene lugar en el oído y no se ve afectado por el uso sensato de los auriculares, puede verse obstaculizado cuando se usa el auricular de forma continua.
El uso prolongado puede comprimir la cera, reduciendo su fluidez y dificultando su expulsión de forma natural.
- Comprime la cera hasta el punto de causar inflamación.
- Atrapan el sudor y la humedad en el canal auditivo, convirtiéndolo en un caldo de cultivo para infecciones bacterianas y fúngicas.
- Evitan la expulsión natural de la cera mientras estimula las glándulas secretoras resultando en una mayor producción que perjudica la higiene general del oído si no se limpia a fondo.
El Dr. Moro señala que las altas concentraciones de cera pueden provocar problemas de audición, junto con síntomas como dolor, mareos, tinnitus, picazón y mareos.
Deja tus oídos «tranquilos»
Evidentemente no nos referimos a no escuchar música, sino probar opciones más seguras como los auriculares (over-ear), que bloquean menos la entrada de aire y no aumentan significativamente la concentración de cera.
Al mismo tiempo, ayuda a tus oídos a completar el proceso natural de autolimpieza, evitando el uso frecuente de un hisopo de algodón que suele empujar la cera hacia el canal auditivo.
Si tienes problemas con la producción de cera o con la salud de tus oídos en general, lo mejor es consultar a un otorrinolaringólogo.