Durante años, la terapia de reemplazo hormonal fue, y continúa siendo, prescrita como un tratamiento para mujeres que experimentan síntomas de menopausia. Pero ¿qué relación tiene esta terapia con el cáncer?
Vínculo entre la terapia de reemplazo hormonal y el cáncer
El estrógeno es una hormona sexual que se encuentra tanto en hombres como en mujeres (aunque en cantidades más pequeñas en los hombres). La principal fuente de estrógenos son los ovarios en las mujeres, aunque las glándulas suprarrenales también producen pequeñas cantidades de esta hormona. Se sabe que tener demasiado o muy poco estrógeno puede causar efectos negativos en el cuerpo.
Ya en 1896, se reconoció que los ovarios influían en el cáncer de seno, ya que algunas mujeres con cáncer de seno mejoraron cuando les extirparon los ovarios. Pero el estrógeno en sí no se descubrió como una hormona hasta 1923.
Los médicos comenzaron a recetar estrógenos a las mujeres que estaban pasando por la menopausia o les habían extirpado el útero para prevenir los síntomas de la menopausia, que pueden incluir sofocos, cambios de humor, ansiedad y sequedad vaginal.
Sin embargo, hoy, la investigación reconoce que «existe una relación causal» entre los estrógenos sintéticos y la incidencia de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Echemos un vistazo más de cerca a por qué estas hormonas todavía se recetan hoy y por qué sigue habiendo mucha confusión sobre los riesgos.
Terapia con estrógenos y hormonas para la menopausia
La terapia hormonal de la menopausia es una forma de tratamiento en la que a una paciente que experimenta síntomas de menopausia se le receta estrógeno, mismo que su cuerpo dejará de producir una vez que se detenga la menstruación.
La terapia de reemplazo hormonal en la menopuasia generalmente incluye estrógeno solo o estrógeno combinado con progestina, una versión sintética de la progesterona, otra hormona sexual que se encuentra tanto en hombres como en mujeres. Las mujeres con un útero intacto generalmente recibirán la combinación de las dos hormonas, mientras que las mujeres sin su útero recibirán estrógeno solo.
Entonces, ¿por qué millones de mujeres recibieron este tratamiento sin que su médico les advirtiera sobre los riesgos, especialmente un mayor riesgo de cáncer de seno?
Años de asesoramiento médico sin ciencia que lo respalde
Aunque existía la preocupación de que este tratamiento pudiera contribuir al desarrollo del cáncer de seno, muchos médicos creían que los beneficios superaban el riesgo. Por lo tanto, durante más de medio siglo, se utilizaron «estudios de observación múltiple» para justificar los efectos beneficiosos de la terapia hormonal menopáusica hasta que se realizó un ensayo clínico aleatorizado.
Las mujeres con estas hormonas parecían tener tasas de ataque cardíaco más bajas, y dado que la enfermedad cardíaca era (y sigue siendo) la principal causa de muerte de las mujeres, estas hormonas parecían una forma beneficiosa de tratamiento en general.
Sin embargo, hubo otros factores involucrados: por ejemplo, las mujeres que tenían acceso a esta forma de terapia también tendían a ser de clase socioeconómica más alta, lo que significa que no solo tenían una dieta más saludable, sino que también se realizaban chequeos regulares y tendían a participar en el ejercicio, lo que habría funcionado para reducir su riesgo de ataque cardíaco.
Los médicos continuaron prescribiendo estrógenos sin mucha ciencia para respaldar esta forma de tratamiento, es decir, hasta que un gran experimento realizado en la década de 1990 llamado Women’s Health Initiative reveló los peligros de la terapia hormonal para la menopausia.
Lo que revelaron los estudios
La terapia hormonal para mujeres menopáusicas no solo se administra para frenar los síntomas de la menopausia. También se puede usar para controlar el riesgo de osteoporosis y enfermedad cardíaca más adelante en la vida. Pero pronto se publicó una investigación que llevó a millones de mujeres a dejar de tomar sus medicamentos hormonales.
Un estudio se realizó en mujeres de 50 a 79 años que tenían el útero intacto. Estas mujeres recibieron estrógeno y progestina combinados como forma de tratamiento, y como resultado experimentaron cáncer de mama invasivo y enfermedades cardíacas. Basado en el cáncer de mama invasivo, el ensayo se detuvo prematuramente.
El estudio concluyó que los riesgos superaban los beneficios al usar estrógeno y progestina combinados en mujeres posmenopáusicas sanas.
Otro estudio examinó a mujeres sin sus úteros con terapia de estrógenos sola. Estas mujeres, que abarcaban las mismas edades que el otro grupo, vieron un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y coágulos sanguíneos, aunque se encontró una disminución insignificante en los incidentes de cáncer de mama.
Antes del Women’s Health Initiative, el estrógeno era el medicamento más recetado en los Estados Unidos, con ventas de $ 1 mil millones. En el año siguiente, el número de recetas se desplomó, y también lo hicieron los incidentes de cáncer de mama.
Papel del estrógeno en pacientes con diferentes necesidades hormonales
Es importante comprender que existen diferentes tipos de cáncer de seno y que no todos son sensibles a las hormonas, aunque la mayoría (75 por ciento) lo son.
También es esencial reconocer el papel del estrógeno en pacientes con diferentes necesidades hormonales. Según algunas investigaciones, cuando se aplica adecuadamente, la terapia de reemplazo hormonal se considera beneficiosa.
Al usar la terapia hormonal durante un período limitado de tiempo después de la menopausia, los expertos insisten en que tiene beneficios, pero solo cuando se usa a corto plazo y solo cuando es necesario.
Hoy, el papel del estrógeno en el cáncer de mama sigue siendo controvertido. Algunas investigaciones muestran que las mujeres a las que se les ha extirpado el útero se benefician de la terapia de reemplazo hormonal y tienen menos ataques cardíacos.
Durante años, los médicos creyeron que los beneficios de la terapia de reemplazo hormonal para las mujeres menopáusicas superaban el riesgo; con los resultados de la Women’s Health Initiative en 2002, las cosas parecen haber cambiado. El problema es que los pacientes y los médicos a menudo están en desacuerdo sobre el uso apropiado y los beneficios de la terapia con estrógenos.
Lo que necesitas saber hoy sobre la terapia de reemplazo hormonal
Esta es la conclusión sobre la terapia hormonal menopáusica en nuestro mundo moderno.
Tu cuerpo es único. No todas las mujeres que pasan por la menopausia necesitan terapia con estrógenos.
Las hormonas no son una solución a largo plazo. La mayoría de los expertos médicos están de acuerdo en que la terapia hormonal en la menopausia no debe usarse a largo plazo.
Algunos estrógenos están hechos de animales. Premarin es el único medicamento de reemplazo hormonal para las mujeres que se produce a partir de orina de caballos hembras preñadas, lo que puede generar inquietudes éticas para algunas pacientes.
No descuides el poder de la dieta y el estilo de vida. La menopausia se puede controlar mejor a través de cambios en la dieta y el estilo de vida, y no siempre se necesitan medicamentos farmacéuticos para frenar los síntomas. (¡Además, la palabra síntoma a menudo se asocia con una enfermedad, y la menopausia no es una!)
Las mujeres transgénero también se ven afectadas. Las mujeres transgénero pueden tomar Premarin para inducir características sexuales femeninas durante su transición física. Algunas investigaciones muestran que mientras toman estas hormonas, las mujeres transgénero experimentan un mayor riesgo de cáncer de mama.
Cuidado con los anticonceptivos farmacéuticos. Si tomas anticonceptivos orales, también tienes un riesgo ligeramente mayor de cáncer de seno, ya que estas hormonas aumentan los niveles de estrógeno en el cuerpo.
Hoy, tu elección de tomar estrógenos es una decisión individual que solo tú puedes tomar después de revisar los riesgos y beneficios con tu médico de confianza.