3 formas clave de mejorar nuestra flexibilidad

Tratemos de agacharnos y tocarnos los dedos de los pies. Este movimiento requiere que nuestros músculos se estiren. La flexibilidad es el porcentaje de tensión que permite un músculo.

Mejores estiramientos para ganar flexibilidad

Cada músculo de nuestro cuerpo está formado por fibras largas, o células, que se encuentran en grandes grupos y están envueltos en un tejido conectivo llamado tendón. Nuestros músculos se contraen y expanden.

Los músculos inflexibles se presionan para realizar actividades diarias, como alcanzar algo en la parte trasera del automóvil o atrapar algo que se ha caído al suelo desde la mesa. Esto hace que sea aún más difícil para las personas mayores.

Cómo mejorar nuestra flexibilidad: 3 tipos diferentes de estiramientos

Existen algunos movimientos que son piezas claves para mejorar nuestra elasticidad y flexibilidad, además evitan lesiones y mejoran la circulación.

1. Estiramiento estático

Estiramientos estáticos

Una de las formas más comunes de estiramiento es el estático, en el que movemos nuestras articulaciones y mantenemos cada movimiento durante 15, 30 o 60 segundos. Por ejemplo, para estirar nuestro tendón pélvico, podemos tocarnos los dedos de los pies, ya sea de pie o sentados en el suelo con los pies rectos.

Para estirar el hombro, podemos sujetar un pilar con las manos y aportar resistencia inclinándonos hacia atrás. Este es el tipo de estiramiento más común. Son muy utilizados después del ejercicio aeróbico intenso, ya que también ayudan a reducir el ritmo cardíaco.

2. Estiramiento dinámico

Estiramientos dinámicos

El estiramiento dinámico es un ejercicio que mueve más a un mayor rango de movimiento y mejora la circulación sanguínea, esencialmente calentando el cuerpo y mejorando así su flexibilidad. La investigación muestra que el estiramiento dinámico antes del ejercicio mejora el rendimiento y ayuda a prevenir lesiones. Algunos ejemplos son flexiones o sentadillas profundas.

3. Estiramiento mioperitoneal

foam rolling para mejorar la flexibilidad

En el tercer y último tipo de estiramiento, se aplica presión al tejido conectivo de los músculos para ayudarlos a relajarse. Se parece un poco a un masaje. En ocasiones, el masajista trata los nudos que aparecen en los músculos y trata de relajarnos y calmarnos del dolor y la tensión en esas zonas.

El foam rolling es el mejor ejemplo de este tipo de estiramiento: se trata de un instrumento de espuma cilíndrico que se utiliza para un tipo de automasaje a modo de calentamiento o masaje autocurativo. Es más como un masaje deportivo y está comprobado que mejora la salud del sistema muscular.