3 señales de advertencia de que estás con amigos tóxicos

Las amistades son cruciales para el desarrollo de nuestras vidas. Encontrar a alguien con quien disfrutemos pasar el tiempo, sin un toque de romance, puede llevarnos a nuevas experiencias y hacer que nos sintamos comprendidos. Un verdadero amigo te cuida la espalda a través de cualquier crisis, sostiene tu mano a través de cualquier tragedia y aplaude todos tus logros. El problema es cuando tienes amistades que no te hacen sentir para nada en esas circunstancias y no sabes qué eso podría ser a causa que estás con amigos tóxicos.

3 señales de advertencia de que estás con amigos tóxicos

Como mencionamos, las amistades están para ser realmente un apoyo emocional en nuestras vidas, sin embargo, ellas pueden causar las mismas tensiones que cualquiera de las otras relaciones en nuestra vida y pueden volverse agrias con el tiempo. La diferencia entre amistades y otras relaciones, es que pueden ser particularmente difíciles de identificar como negativas.

A menudo, la dinámica de una amistad cambia, porque dos personas han tomado decisiones diferentes en la vida, dejando una más feliz que la otra o simplemente se convierten en dos personas completamente diferentes.

A veces estas diferencias se pueden resolver con el tiempo, pero para otros, es una señal de que el esfuerzo de mantener la amistad es simplemente irse hacia abajo.

Identificar a amigos tóxicos y dejarlos ir, es crucial para tu bienestar emocional. Si no estás seguro de que una amistad ha ido más allá de lo seguro, comprueba estos tres signos.

Los amigos tóxicos te causan vergüenza

Que te avergüencen a propósito es una cosa, pero cuando el comportamiento genuino de tu amigo hace que te “encojas” cada vez que están juntos en público, es una clara señal de que la relación se ha vuelto tóxica.

La vergüenza es una señal muy clara de que tus actitudes han cambiado y (probablemente) madurado. Tener un amigo que no está listo para seguir adelante y salir de lo que era en el pasado, no es un mal reflejo en cualquiera de los dos, es sólo una señal de que permanecer cerca, ya no es beneficioso para ninguno de los dos.

No se llevan bien con tus otros amigos, familia o pareja

Si a todos tus amigos no les gusta tu compañero, podría ser una buena indicación de que algo está mal. Sin embargo, si tienes un amigo que tiene problemas con ellos, así como no tener ningún deseo de compartirte con nadie más, es un problema.

Este pequeño problema de celos que generalmente se manifiesta en comentarios groseros y comportamiento, es un claro indicador de que la amistad se ha convertido en una relación de dependencia en lugar de respeto mutuo.

Pasar tiempo con aamigos tóoxicos, altera tu visión del mundo para ser mucho más sombrío, ya que tratan de crear una mentalidad de «nosotros contra el mundo». Dejando muy poco espacio para que cualquiera de ustedes pueda crecer o abrirse a nuevas experiencias.

Nunca te apoyan

En el corazón de la verdadera amistad está el apoyo. Cele

brar lo bueno y conmiserar lo malo. No importa la experiencia, tus amigos son aquellos en los que confías para seguir contigo incluso a través de los juicios más desgarradores.

Más importante aún, cuando las cosas van bien o estás considerando tomar un riesgo, a veces necesitas que la gente se reúna a tu alrededor y te diga lo grande que eres.

Un amigo tóxico hará lo contrario de todas estas cosas.

Tus logros se cumplirán en el mejor de los casos, con reacciones amargadas, y en el peor con comentarios desagradables. Ellos te recordarán tus deficiencias e inseguridades en un intento de erosionar tu confianza en ti mismo. Es el peor rasgo de una amistad tóxica y de la que es más importante escapar.

La amistad debe ser siempre una fuente de consuelo y amor en tu vida. Es una relación entre dos iguales que agregan valor a la vida de cada uno mientras que mejoran la alegría mutuamente y comprenden la condición humana.

Como el gran periodista y escritor francés, Albert Camus escribió una vez: «No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.»