Sólo hace falta un minuto para perder el control y caer en las garras de la tentación, romper la dieta y hacerse presa fácil de sus antojos y deseos. Pero descuida que la fuerza de voluntad puede ser inquebrantable si sigues algunos de los consejos en forma de auto pregunta que te daremos a continuación para que aprendas a vencer el antojo.
Cómo vencer el antojo
¿Estoy realmente estresado?
Cuando estamos estresados o bajo presión el cuerpo libera la hormona cortisol, la que comunica a nuestro cerebro que necesita alguna recompensa, la que lamentablemente suele ser una alimento con altos contenidos de azúcar o grasa. El doctor Norman Pecoraro, especialista en fisiología del estrés de la Universidad de California, explica que cuando se recurre a la comida como respuesta del estrés, sólo se obtienen sentimientos negativos como la ira o la tristeza.
El estrés puede causar el antojo
Es por eso que antes de empezar a comer por algún problema relacionado con el estrés, depresión o ansias, debemos preguntarnos si realmente estamos estresados, y si la respuesta es afirmativa, debemos buscar otras formas de disipar el estrés, ya que la comida no lo va a solucionar y de esa manera el antojo se apoderará de nosotros, y en última instancia tenemos 2 posibilidades, para la próxima vez, evitar las situaciones que no expongan a un estrés innecesario y evitable, o sino, buscar la manera de solucionar ese problema que nos ocasiona el estar estresados.
Cómo saber si el antojo se debe a falta de ingesta
¿Estamos comiendo menos de lo habitual?
Muchas veces los antojos llegan por una mala alimentación, como comer menos de lo habitual o de lo que realmente necesitamos, y ese antojo puede desbordar con creces nuestra cuota alimenticia del día. Es por eso que es muy importante cuestionarse el porqué de esos repentinos antojos. Una dieta balanceada y justa puede desaparecer por siempre esos antojos a deshoras, pero si los antojos persisten es importante que acuda a un especialista nutricionista para que encuentre la razón y le confeccionen una dieta a medida, basándose en parámetros individuales como el peso, edad, etc.
Dormir poco puede ocasionar antojos
¿Está durmiendo lo necesario?
Un estudio realizado recientemente en la Universidad de Chicago descubrió que hace falta sólo dos días sin dormir para que baje los niveles de la hormona leptina, la misma que nos brinda la sensación de saciedad; y que nos aumenta en un 18% los niveles de grelina, hormona que se relaciona con el apetito, lo que da como resultado un 30% de posibilidades que tengamos antojos altos en almidón y carbohidratos como las galletas y el pan.
Dormir bien y las horas necesarias también ayuda a alejarnos de esos bocadillos de medianoche, esos antojos mañaneros que pueden romper nuestra línea de alimentación sana.
No debes comer por costumbre
¿Soy un animal de costumbres?
Otro de los enemigos muy asociados con los antojos y una mala alimentación son las “costumbres”. El escritor de «The brain loves routine» (“Un paso pequeño puede cambiar tu vida”) Bob Maurer, explica que el ser humano se puede convertir irremediablemente en un animal de costumbres, y muchas de ellas asociadas con el comer, como por ejemplo ver televisión comiendo palomitas de maíz.
Maurer, explica que estas “malas costumbres” se pueden romper con un poco de voluntad y esfuerzo, por ejemplo viendo televisión en otro lugar de la casa que no le permita comer palomitas de maíz, si esta fuera tu costumbre. También recomienda cambiar la imagen que se asocia con la comida, es decir piénsate delgado antes de sucumbir en un “antojo rutinario”.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida