Bailar puede ser un poderoso remedio contra la demencia

¿Alguna vez has intentado aprender una coreografía? Es una tarea exigente: requiere coordinación, memoria y movimiento físico, saber qué mano va a dónde, qué pie sigue, en qué dirección giramos, etcétera, al final, terminamos en el lado equivocado de la habitación con las manos confundidas y los pies equivocados.

Bailar reduce el riesgo de demencia

Sin embargo, no debes desanimarte. Sigue bailando y disfruta, ya que las investigaciones revelan que beneficia a la mente de muchas maneras y aprender nuevos pasos podría protegernos de la demencia.

Beneficios de las rutinas de baile contra la demencia

Ya sea el tango argentino, los pasos de zumba o los bailes tradicionales griegos, cada tipo de baile es una forma de terapia cinética que combina la tonificación del cuerpo y la estimulación del espíritu.

La compleja coordinación de movimientos que requiere cualquier tipo de danza activa una serie de áreas del cerebro, lo que mejora las sinapsis neuronales y mejora la memoria.

Un estudio de 21 años de personas de 75 años o más publicado en el New England Journal of Medicine mostró que bailar puede retrasar la aparición de la demencia.

Bailar parece ser mejor que leer o hacer crucigramas

De hecho, el baile regular redujo el riesgo de demencia en un 76%, el doble que la lectura, mientras que los acertijos y crucigramas al menos cuatro veces por semana redujeron el riesgo en un 47%.

Diez semanas de baile sistemático, según un pequeño estudio piloto, impulsaron el rendimiento de los diez participantes que bailaron en términos de su capacidad de percepción y estado de ánimo en comparación con los diez del grupo de control que no bailaron. Los números son pequeños, pero el efecto del baile es grandioso.

El campo de estudio del efecto de la danza en los ancianos es todavía relativamente nuevo, sin embargo, los resultados de la investigación son alentadores no solo para la demencia, sino también para combatir los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Un punto clave para el efecto beneficioso de bailar, sobre la memoria y el intelecto, es el aprendizaje de nuevos pasos y no solo practicar coreografías ya conocidas.