Es una forma de ejercicio bastante subestimada, sin embargo, puede ser el ejercicio cardiorrespiratorio más eficaz que puedes hacer. ¡El clásico ejercicio de saltar la cuerda!
Saltar la cuerda es un entrenamiento cardiorrespiratorio ideal. De hecho, un estudio de 2013 publicado en Research Quarterly: Asociación Estadounidense para la Salud, la Educación Física y la Recreación encontró que los estudiantes que hicieron diez minutos de cuerda al día durante seis semanas mejoraron su estado cardiovascular tanto como los estudiantes que hicieron 30 minutos de trote al día.
Beneficios de saltar la cuerda
La cuerda es divertida y a la vez es un ejercicio ideal salvo en caso de que tengas molestias en la cintura o en las articulaciones, en cuyo caso debes evitarlo.
Haciendo una cuerda ejercitas las pantorrillas y los muslos, así como los brazos, pero también los músculos abdominales. Además, mejoras la sincronización de movimientos y tu equilibrio y por supuesto «quemas» calorías.
Se estima que 15 minutos de cuerda con intensidad moderada provocan un trabajo quemagrasas de 175 calorías (el cálculo se refiere a una persona de 70 kg).
Un beneficio adicional para la salud de la cuerda es el fortalecimiento de los huesos. Esta forma de ejercicio logra una mejor densidad ósea, que se asocia con un riesgo reducido de osteoporosis a una edad más avanzada.
Un estudio de 2017 publicado en PlOS encontró que las niñas de 11 a 14 años que usaban cuerda semanalmente tenían una densidad ósea más alta que las que no usaban cuerda.
¿Cómo hacerlo correctamente?
Si quieres incluirlo en tu entrenamiento puedes hacerlo así:
- Haz diez minutos de cuerda como calentamiento antes de cada programa de ejercicios.
- Saltar cuerda por tres minutos entre las series de entrenamiento de resistencia.
- Realiza ejercicios como sentadillas o estocadas entre ejercicios de cuerdas.