Así que has comenzado tu viaje de pérdida de peso, tus entrenamientos están planeados para las próximas semanas y has comenzado a limpiar tu dieta: ¡la comida chatarra está fuera! ¿Pero sabías que hay una manera correcta de obtener el máximo provecho de tus entrenamientos y tiene que ver con la forma en que alimentas tu cuerpo? Una mejor dieta antes y después de ejercicio te ayuda a perder peso.
Para mantenernos en paz con la balanza, no basta con hacer ejercicio: es necesario tener organización y disciplina para equilibrar la alimentación y reponer los nutrientes adecuadamente. Y para quien sigue un programa de ejercicios, hay que destacar la importancia de la alimentación después del entrenamiento, pues es esencial para quemar grasas.
Buena dieta y ejercicio deben ir de la mano para bajar de peso
Una correcta dieta contribuye enormemente, no sólo comer antes y después del ejercicio, como si se tratara de un ritual, sino que la buena nutrición debe estar siempre presente para obtener el beneficio de la pérdida de peso de manera saludable.
La elección de alimentos ricos en nutrientes y fibra, adecuados para mantener la masa muscular, como así también una correcta combinación de estos antes del ejercicio y posterior a ellos, es fundamental.
De qué manera comer antes y después del ejercicio ayuda a perder peso
Si estás buscando perder peso, hacer ejercicio por la mañana es tu mejor opción. Para obtener mejores resultados, hacer ejercicio tan pronto como te levantes antes del desayuno te ayudará a quemar más grasa porque es cuando los niveles de glucosa de tu cuerpo están en su punto más bajo: tu cuerpo quema glucosa y grasa cuando haces ejercicio, así que si tienes poco nivel de glucosa tu cuerpo quemará más grasa. En resumen, no comas antes de tu entrenamiento de la mañana.
Sin embargo, sí, siempre hay un, “sin embargo”, todo se trata de encontrar el equilibrio. Si sales a correr por la mañana y descubres que estás agotado después de solo 2 km porque tienes hambre, es mejor comer algo pequeño, incluso si tu objetivo es perder peso. Si te saltas el desayuno y te das cuenta de que estás haciendo ejercicio a tan solo un 40 por ciento, no verás resultados, por lo que deberás alimentarás bien tu cuerpo.
Dependiendo de tu objetivo (¿está buscando perder peso o está haciendo ejercicio para estar en forma?) tu combustible de preejercicio debe ser pequeño y ligero. Algo que sea rico en carbohidratos, pero no demasiado pesado es lo mejor, como un plátano o bayas. No se necesita demasiada proteína o grasa porque eso ralentizará el metabolismo y tendrás calambres al hacer ejercicio.
¿Prefieres hacer ejercicio durante el día? Deberás asegurarte de que no estés haciendo ejercicio con el estómago lleno. Coordina tu alimentación y ejercicio durante todo el día, por lo que come dos horas antes de cualquier ejercicio.
¿Qué tan pronto después del ejercicio deberías comer?
De nuevo, la respuesta depende del objetivo. Si buscas resultados de pérdida de peso, es importante ser estricto con tu alimentación después del entrenamiento. Hay dos puntos de vista sobre esto. Existe la opinión de que debes comer después de hacer ejercicio en la marca de los 45 minutos, cuando tus reservas de alimento se hayan agotado. Por otro lado, se sugiere que consumas la mayor cantidad de carbohidratos inmediatamente después de hacer ejercicio, porque se procesarán más rápido a través de tu cuerpo.
Guarda la proteína y las grasas saludables durante 45 minutos después de los carbohidratos. Se trata de encontrar lo que funciona para ti, pero si tomas el último enfoque, toma una fruta (como un plátano o algunas bayas) inmediatamente después de hacer ejercicio y un huevo o salmón con aguacate 45 minutos más tarde para completar el desayuno.
Si tu meta está orientada al desempeño, deberás comer proteínas y carbohidratos juntos inmediatamente después de hacer ejercicio porque querrás reemplazar las reservas de glucógeno que acabas de consumir.
El agua es esencial en tu plan de ejercicios y dieta
También es fundamental mantenernos hidratados antes, durante y luego de la actividad física. Estudios recientes recomiendan consumir dos vasos de agua media hora antes de los ejercicios. Una alimentación equilibrada y la ingesta de líquidos mejoran la calidad de la actividad física, ayudar a disminuir la cantidad de grasa y aumentar la masa muscular.