Está científicamente comprobado que el ejercicio físico no solo afecta la salud física sino también la mental. Al mismo tiempo, actúa de forma preventiva y terapéutica frente a enfermedades crónicas del cuerpo humano. No necesitas pasar muchas horas al día para cosechar los beneficios del ejercicio.
Las señales que indican que necesitamos realizar ejercicios urgentemente
A continuación verás qué señales envía tu cuerpo cuando necesita más actividad física.
Fatiga permanente
Si la sensación de agotamiento persiste incluso después de haber dormido lo suficiente, quizás lo que necesites sea caminar. Un estudio de la Universidad de Georgia demostró que tan solo 20 minutos de ejercicio aeróbico suave tres veces por semana aumenta los niveles de energía en un 20%, gracias al efecto positivo que tiene el ejercicio sobre el sistema nervioso central.
Dolor sin razón aparente
Seguro que en algún momento te has despertado y te ha dolido la cintura, la rodilla o el hombro sin haberte golpeado. Debes evitar el ejercicio extenuante o ejercicios que agraven el punto dolorido, pero una caminata u otra forma de ejercicio suave activará los músculos, relajará las articulaciones y aumentará la circulación sanguínea para que el dolor disminuya.
Estrés intenso
Caminar, correr o hacer ejercicio con pesas durante 20-30 minutos, 3-4 veces por semana, reducen significativamente los niveles de estrés. Acompaña tu gimnasio con música para obtener mejores resultados.
Desequilibrio hormonal notorio
El ejercicio ayuda a regular la función hormonal de forma natural. Por ejemplo, mejora la producción de testosterona y, por lo tanto, aumenta la tasa metabólica y mantiene la piel joven, al mismo tiempo que beneficia la función cerebral.
Indigestión muy frecuente
El ejercicio aeróbico acelera el ritmo de la respiración y el ritmo cardíaco, factores que favorecen la contracción de los músculos gastrointestinales. Así, la digestión se lleva a cabo de forma más fluida y los alimentos se eliminan más fácilmente del organismo.
Insomnio
Un estudio publicado en la revista Sleep Medicine muestra que el ejercicio regular también ayuda a tratar el insomnio.
El ejercicio no significa necesariamente ir a un gimnasio ni ser un atleta, hay muchas formas de dejar de vivir sedentarios y empezar a movernos, puedes hacer ejercicios incluso sentado en una silla o salir a caminar diariamente, al aire libre, y con ello estarás invirtiendo en tu salud a largo plazo.
