Uno de los síntomas más comunes y molestos de la menopausia son los sofocos. Considerada una consecuencia de la disminución de las hormonas, podría ser, en cambio, un fenómeno que no depende única y exclusivamente del cambio hormonal, sino que pueden estar involucrados otros factores como la alimentación por ejemplo, continúa leyendo para saber lo que opinan los expertos.
¿Los sofocos en la menopausia son culpa de los estrógenos?
En Occidente, casi todas las mujeres que se acercan a la menopausia sufren sofocos. Este fenómeno se considera un “efecto secundario” del cambio hormonal que se produce durante este período. De hecho, se consideran la consecuencia de la caída de los estrógenos. Es por esto que la medicina oficial tiende a prescribirlos en terapias de reemplazo hormonal.
Los sofocos no son comunes en los países asiáticos. Las mujeres japonesas, por ejemplo, no saben literalmente qué son los sofocos. En el vocabulario japonés falta una palabra para describirlos. ¿Cuál debe ser entonces esta diferencia sustancial?
Parece que la diferencia se debe al consumo de productos a base de soja que son muy comunes en Asia. Los productos como el tofu, el tempeh, la leche de soja y el miso son una fuente rica de fitoestrógenos, y la dieta de los orientales está repleta de estos alimentos.
Dieta para la etapa de la menopausia
Esta es una efectiva dieta para las personas que están atravesando por la menopausia y puede ayudar a mejorar sus condiciones de salud, ya sea aliviando los bochornos o sofocos, nivelando las hormonas y otros síntomas.
Aprende cómo aliviar los sofocos y síntomas menopáusicos propios de este período marcado por los cambios hormonales.
La menopausia es un período de la vida de la mujer que suele comenzar sobre los 50 años. Al envejecer, cesa la actividad de los ovarios y dejan de producir hormonas sexuales femeninas (estrógenos). Ese cambio en los niveles hormonales es el responsable de los sofocos y síntomas de la menopausia.
La nutrición es clave para aliviar los bochornos
La nutrición puede hacer mucho contra los sofocos de la menopausia. Si esto no está regulado y es rico en comida chatarra, altera el azúcar en la sangre que, por su parte, provoca los sofocos. Uno de los mayores culpables es el azúcar. A menudo, es suficiente con reducir la ingesta de azúcares para mantener alejados los bochornos.
La dieta debe ser lo más saludable y variada posible, rica en frutas y verduras frescas. Elige alimentos ricos en vitamina E , que, según algunos estudios, ayudan a eliminar los sofocos. Lo puedes encontrar en alimentos tales como: nueces, trigo integral, semillas, batatas.
También opta por alimentos que contengan fitoestrógenos , como por ejemplo: anacardos, cacahuetes, avena, maíz, trigo, manzanas, almendras, lentejas, judías verdes y granadas. Además, el estilo de vida debe mantenerse bajo control y, si es necesario, modificarse.
Cuidados y actividad física
Las altas temperaturas son otro factor negativo. En invierno, conviene evitar el calor en exceso. En verano, en cambio, se recomienda vestir con ropa ligera y transpirable. Realiza baños con agua fría en los días más calurosos, lo que ayuda a disminuir la sensación de calor.
Trata de hacer actividad física durante al menos 3-4 horas a la semana. De hecho, el ejercicio físico está estrechamente relacionado con la salud hormonal. Los sofocos pueden reducirse siguiendo un programa de entrenamiento regular.
El estrés no ayuda a deshacerse de los sofocos
Altera el equilibrio del cuerpo. Una agenda ocupada, las tensiones emocionales y la falta de sueño y relajación contribuyen a los sofocos. De vez en cuando, trata de desconectarte y tómate el tiempo para atender tus necesidades físicas y emocionales. No es una cuestión de egoísmo ni de pérdida de tiempo: es un paso hacia la salud.
Dieta clave durante la menopausia
Como ya se ha mencionado, la alimentación es fundamental para poder evitar o disminuir los bochornos y sofocos, también forman parte de la necesidad nutricional en esa etapa y para evitar el aumento de peso durante la menopausia.
1. Omega 3
Los ácidos grasos Omega 3 actúan como protectores cardiovasculares, ayudan a mantener el cerebro en buenas condiciones y previenen del cáncer de mama. Están presentes en los pescados azules (salmón, atún y los mejillones de labio verde) y en las semillas de lino.
2. Omega 6
Los ácidos grasos omega 6 son también imprescindibles. Los encontrarás en los aceites de borraja y onagra.
3. Magnesio
Deficitario en la menopausia ayuda a tener buen sueño y contra espasmos y calambres musculares comunes en esta etapa.
Lo encontrarás en la leche, queso tipo cheddar o de cabra duro, cereales (avena, trigo, cebada), frutos secos (almendras, avellanas, nueces), habas, avena, brécol, espinacas, lechuga, borraja, espárragos, berro, pepino, calabaza, patatas, apio, aguacate. Entre las frutas destacan el melón, la uva, albaricoque, frambuesas, plátano, pera, piña, naranja, melocotón o papaya.
4. Ñame (Dioscorea vellosa)
La mujer produce estrógenos o progesterona a partir de diosgenina, una sustancia que contiene esta planta con tubérculo comestible de origen mexicano. De ahí que el ñame sea utilizado en la menopausia como poderoso precursor progesterona y estrógenos.
5. Brócoli
Como otras hortalizas de color verde, es rico en indol-3-carbinol, una sustancia prima hermana de las isoflavonas (ISF). Hay que consumirla con frecuencia, 2-3 por semana (cocido con ensalada, como guarnición de carne o pescado, etc).