Dime cómo ejerces tu autoridad y te diré cómo serán tus hijos

El tema de ser padre se ha convertido en un tema complejo, ya que muchos modelos y formas de educación están involucrados. Por otro lado, aunque no ha habido un libro que explique cómo ser un buen padre, en general existen estándares aceptables para criar a los hijos. Uno de ellos es el poder que deben usar los padres. Aunque esta idea ha cambiado mucho con el tiempo, nunca ha desaparecido.

Dime cómo ejerces tu autoridad y te diré cómo serán tus hijos

En el pasado, la el rol de los padres se ejercía de manera diferente. La mayoría de las veces, el hijo obedecía porque tenía que hacerlo, y eso era todo. Era la democracia que este chico respetaba porque tenía miedo de lo que pasaría. Entonces, para controlar la mente del niño, los padres utilizaban métodos que iban desde amenazas hasta palizas. La disciplina era la base de este tipo de educación.

Ahora, parece que sucede lo contrario. Las quejas sobre la aparente falta de autoridad de los padres van en aumento. Este poder es desconocido para muchos niños y los padres lo emplean con miedo. Ya estamos hablando del abuso de padres o hijos de opresores.

Hijos que llevan el control de la autoridad en sus hogares

Autoridad en la educación

Las leyes son importantes para asumir la responsabilidad y reducir el mal. Los lazos son los que dan estabilidad a una persona. Los padres o tutores son responsables de garantizar que se sigan las reglas. Muchos lo hacen no por indiferencia, sino por fe. Establecer límites requiere esfuerzo.

Los niños suelen ser inquietos, revoltosos y distraídos de las órdenes que reciben. Por eso es necesario hacerles saber que no pueden hacer ni conseguir todo lo que quieren. Que a las cosas hay que superarlas con esfuerzo, y que muchas veces, a pesar de que esto sucede, tampoco es seguro conseguir aquello por lo que nos hemos esforzado.

Si el niño es pequeño, se le debe enseñar a obedecer porque es un niño y no un adulto responsable. Por eso debe hacer lo que se le ordena sin necesidad de que entienda la explicación. Puedes hablar con niños mayores. Examinar la razón de las reglas, pero también debes saber que no son mutuamente excluyentes.

La familia debe seguir el ritmo marcado por los padres, porque ellos son los responsables, porque son adultos. Porque si un niño quiere hacer algo diferente, primero debe ser un adulto y capaz de asumir responsabilidades, lo cual no es el caso en los niños que dependen de nosotros.

Ser padres permisivos trae serias consecuencias

La ausencia de un modelo completo de poder deja un impacto negativo en la vida de cualquiera. En primer lugar, favorece la aparición de personas conflictivas e inseguras. Cuando los padres no ponen o establecen límites, el niño siente que camina en un sitio incómodo, en donde no hay un marco que lo contenga y un modelo para seguir.

Aunque algunos padres hacen esto con las mejores intenciones del mundo, no hay duda de que la negligencia extrema es el camino equivocado. A los niños se les da libertad para que no sufran por parte de sus padres. No tienen responsabilidad. Se les deja hacer lo que quieran con una falsa sensación de libertad. Debido a la falta de autoridad, los niños pueden crecer siendo egoístas, perezosos y parciales.

La autoridad ejercida con amor es el modelo ideal

Ejercer el poder sin amor está más cerca de intimidar que de enseñar. Un padre o una madre que entra en la vida de sus hijos para dictar o hacer lo que se necesita es un grupo heterogéneo. En este caso, lo que se crea es una expresión del poder de conquistar, no del poder de enseñar.

Para que la educación y los límites sean comprendidos como un modelo a seguir, deben ser dictados con respeto, desde el amor por crear personas sanas mentalmente para el futuro, cuando ya sean adultos, que hayan entendido valores y sean responsables y educados. Para ello nunca hará falta el castigo físico, la falta de respeto y las ofensas, el buen padre sabía dar órdenes y comandar la familia, siendo antes un ejemplo de persona.