¿Es posible quedar embarazada durante la menopausia?

La menopausia, la inevitable y temida menopausia. Se trata de un periodo vital al que todas deberemos hacerle frente en algún momento, lo cierto es que sus síntomas no se pueden calificar entre los más terribles del universo, y lo que verdaderamente puede angustiarnos un poco son las consecuencias que se derivan de alcanzar esta etapa de nuestro ciclo vital.

Más allá de los sofocos clásicos que se puedan experimentar, probablemente lo más significativo de la menopausia sea que la relacionamos inmediatamente con la imposibilidad de quedar embarazada. Se trata de una afirmación cierta, aunque tiene sus matices, y yo voy a tratar de darles su espacio para que dispongáis de todo el conocimiento posible y afrontéis esta etapa como un momento vital más.

¿Quedar embarazada con menopausia?

Lo primero que debes de saber es que este proceso, como la mayoría que tienen lugar en nuestro cuerpo, no supone un cambio drástico que se produzca de la noche a la mañana. La menopausia se va desarrollando progresivamente en el cuerpo femenino, de forma que podemos ir adivinando sus síntomas y estar preparadas física y mentalmente.

En el momento en el que tus menstruaciones empiecen a ser irregulares y sobre todo espaciadas en el tiempo, es cuando se puede hablar de un inicio del proceso de menopausia. Esto no significa que sea imposible quedar embarazada, sino que tu tasa de fertilidad ha descendido drásticamente. Si te encuentras en el momento de querer ser madre, deberás plantearte seriamente ciertas medidas y/o alternativas.

No me malinterpretes, sigo hablando de que tú seas mamá, de forma natural y gestando al bebé en tu propio cuerpo. Lo que ocurre es que tu fertilidad se habrá visto reducida en estos momentos y tenderá a desaparecer, por lo que lo ideal es pensar en métodos que ‘aseguren el tiro’. Sigamos profundizando en qué es lo que va a pasar en tu cuerpo.

Síntomas de la menopausia

Ya hemos hablado de que la menopausia es un proceso que se desarrolla con el paso del tiempo, y esto ha permitido a los especialistas identificar varias fases dentro de ese proceso. Para entender cómo afecta cada una de ellas al sistema reproductor, antes debemos saber cómo funciona el sistema reproductor en sí mismo cuando todo está en su momento idóneo, es decir, en nuestros años de ovulación.

Durante dichos años, nuestro cuerpo se encarga de producir estrógeno, progesterona, hormona luteinizante (LH) y hormona foliculoestimulante (FSH). Aproximadamente a mitad de tu período menstrual, el estrógeno, LH y FSH trabajan de manera conjunta, ayudando a tus ovarios a liberar un óvulo maduro en el proceso conocido como ovulación.

La primera fase de la menopausia se conoce como perimenopausia, se trata de un periodo en el que los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona. A consecuencia de esto, los niveles de LH y FSH comienzan a aumentar, en lo que se puede interpretar como un intento de contrarrestar la situación anterior.

Como algunas ya estaréis imaginando, estos desniveles hormonales son los responsables de los golpes de calor tan característicos de la menopausia. En este punto las menstruaciones comenzarán a ser más irregulares, ya que los ovarios pueden liberar óvulos algunos meses y otros no. Aunque llegadas a este momento la fertilidad disminuye, aún es posible quedar embarazada.

La menopausia

La perimenopausia puede servir como una fase de aviso o alerta ante la inminente llegada de la menopausia. Lo cierto es que los síntomas del proceso ya empiezan a estar presentes, pero normalmente aún restan unas cuantas menstruaciones a las que hacer frente. Y es que no se puede hablar de menopausia como tal hasta que se haya cumplido 1 año desde el último periodo menstrual.

Según las estadísticas, todo este proceso tiene lugar en las mujeres cuando estamos entre los 40 y los 55 años, situando la edad media en los 51. Lo normal en estas edades es que la decisión de quedar embarazada o no ya se haya tomado, por lo que esta fase no debería servir más que para empezar a concienciarse del cambio vital que vamos a experimentar de la mano de la menopausia.

Sin embargo, sí es posible que una mujer joven de 40 años experimente estos cambios mientras aún se encuentra en una situación de valorar si quiere ser madre o no. En estos casos, la perimenopausia puede servir como señal de aviso para conocer que eso de ser mamá ha pasado a convertirse en una decisión de ahora o nunca.

Menopausia y embarazo

En este momento en el que espero haya quedado clara la manera en la que se produce la menopausia en el cuerpo femenino y cómo afecta a tus posibilidades de quedar embarazada, me gustaría mover un poco el foco de atención. Y es que más allá de la preocupación de poder o no engendrar un futuro bebé, también considero importante conocer los posibles riesgos a los que nos exponemos.

Todas sabemos que no supone lo mismo ser madre con 25 años que ser madre cuando rondamos los 40. Es ley de vida, según vamos cumpliendo años nuestro cuerpo pierde facultades, y eso nos obliga a afrontar los posibles riesgos y problemas derivados de quedar en cinta a una avanzada edad.

Entres los posibles problemas a afrontar con un embarazo tardío encontramos situaciones como sufrir diabetes durante el proceso de gestación o sufrir de un aumento de la presión sanguínea. En ambos casos será necesario ponerse en manos de especialistas y monitorizar el proceso, ya que se pondría en riesgo tanto la salud de la madre como del futuro bebé.

Otros problemas que pueden aparecer cuando hablamos de un embarazo en momentos cercanos a la menopausia son la placenta previa o el aborto espontáneo. Tampoco hay que dejar de lado la posibilidad de tener que recurrir a un parto por cesárea.

Embarazos durante la menopausia

Quizás el apartado anterior no ha supuesto las mejores noticias o las más positivas, sin embargo es necesario ofrecer información más ampliada. De todas maneras, y para terminar con buen pie, vamos a hablar de las posibilidades que nos ofrecen la ciencia y la medicina para lograr llevar a buen puerto nuestro objetivo de ser mamás.

Las estadísticas muestran que la fertilización in vitro está dando muy buenos resultados en casos de embarazo tras la llegada de la menopausia. Esto no quiere decir que haya que apostar directamente por dicha técnica, pero no está de más saber que podremos contar con una ayuda externa o una alternativa si las cosas no terminan de salir como queremos.

También es interesante conocer que se está trabajando en lograr revertir la menopausia. Los estudios actuales se centran en trabajar sobre el plasma sanguíneo para obtener hormonas y elementos de desarrollo, que aplicados al sistema reproductor podrían llegar a restaurar temporalmente la actividad en los ovarios, una ventana de tiempo ideal para lograr el embarazo.

Por el momento este tipo de investigaciones están pendientes de desarrollo, pero actualmente se ha logrado alcanzar el éxito en 11 de 27 pacientes. Una cifra que sin duda servirá para llenar de optimismo a más de una. Y, sobre todo, toda esta información debería de servir para que dejemos de ver a la menopausia como un monstruo terrible y pasemos a verla como una experiencia vital más.