La medicina tradicional china ve el cuerpo humano de una manera ligeramente diferente a la que estamos acostumbrados. Los curanderos chinos creen que el cuerpo humano no es solo un sistema biológico, sino también energético. Esto significa que todos los procesos fisiológicos están conectados con la capa de energía.
Los sabios orientales creen que son las perturbaciones en los flujos de energía las que causan enfermedades de los órganos y del cuerpo en su conjunto. Hay muchos puntos biológicamente activos en el cuerpo humano, que son responsables del trabajo de los órganos y sistemas individuales. También se notó que estos puntos están interconectados en cadenas: meridianos.
Cuando se interrumpe el flujo de energía en un meridiano, los órganos asociados a él sufren. Si las corrientes se perturban en varios meridianos a la vez, todo el organismo sufre.
Para recuperarse, necesita ajustar el flujo de energía en el cuerpo. En este artículo se tratará de abordar este tema para conseguir comprenderlo mejor, e incluso poder aplicarlo desde casa.
Gimnasia del bienestar
Este conjunto de ejercicios fue creado para restaurar la eficiencia de los flujos de energía en el cuerpo. Un conjunto completo de gimnasia se llama estiramiento de meridianos.
El ejercicio diario te permitirá restablecer el equilibrio de energía en el cuerpo y mejorar el funcionamiento de todos los órganos y sistemas.
5 ejercicios para estirar los meridianos
Además, ayudará a mantener la capa de energía normal. Gradualmente, se establecerá un equilibrio en todos los meridianos, los órganos se sentirán mejor. Pronto sentirás como el cuerpo se llena de fuerza y energía. ¡Y para esto solo necesitas 5 ejercicios!
1. Meridiano de los pulmones y los intestinos
Párate derecho, con los pies separados al ancho de los hombros y los dedos de los pies hacia afuera. Toma tus manos detrás de tu espalda con las palmas hacia atrás. Junta los pulgares y extiende el resto lo más que puedas. Levanta la cabeza, respira hondo. Mientras exhalas, inclínate hacia adelante, manteniendo la espalda recta.
No dobles los codos y estíralos sobre tu cabeza tanto como sea posible. Mantén esta posición, respira lenta y mesuradamente, llenando tu cuerpo con energía vital-Qi. Imagina cómo sus chorros se derraman sobre tu cuerpo. Quédate todo el tiempo que puedas.
Luego exhala, suelta el Qi, permitiendo que el cuerpo se relaje. Repite el ejercicio 2-3 veces más.
2. Meridiano del estómago y el bazo
Ponte de rodillas, la parte posterior de los pies debe estar en contacto con el suelo, la espalda recta. Apóyate en tus palmas, colocándolas detrás de ti. Toma una respiración profunda y lentamente inclínate hacia atrás. Inclínate hacia adelante, moviendo las caderas hacia adelante y hacia arriba, con la cabeza echada hacia atrás. En el punto máximo, quédate un rato y respira profundamente.
Relájate y vuelve a la posición inicial, repite 2-3 veces más. Si quieres hacer el ejercicio más difícil, intenta apoyarte en el suelo o recostarte completamente con los brazos extendidos por encima de la cabeza. Lo principal es que te sientas cómodo.
3. Meridiano del Corazón e Intestino Delgado
Siéntate en el suelo, dobla las piernas, junta los pies y llévalos hasta la ingle. Endereza la espalda, pon las palmas de las manos sobre los pies.
Toma una respiración profunda, mientras exhalas, inclínate hacia adelante, manteniendo la espalda recta. Mantén esta posición durante un par de respiraciones, luego regresa a la posición inicial. Repite unas cuantas veces más.
4. Meridiano de riñón y vejiga
También sentado en el suelo, estira las piernas hacia adelante, con los dedos de los pies apuntando hacia ti y los talones hacia adelante. Levanta los brazos por encima de la cabeza, con las palmas hacia afuera, mirando hacia el techo. Inclínate hacia adelante mientras exhalas. Sin doblar las piernas, estira las manos hasta los pies.
Respira, siente el estiramiento, relaja el cuello para que la cabeza se incline libremente hacia los pies. Luego relájate, exhala y vuelve a la posición inicial. Repite 2-3 veces.
5. Los tres calentadores y el meridiano pericárdico
Continuando sentado en el suelo, cruza las piernas frente a ti, con el pie izquierdo frente al derecho. Coloca tu mano derecha sobre tu rodilla izquierda, tu mano izquierda sobre tu derecha.
Relaja el cuello, inclina la cabeza hacia el pecho, respira hondo. Tira de la cabeza hacia abajo y siente el estiramiento en la espalda. Exhala, relájate y repite dos o tres veces más.