Los arándanos pueden ayudar a prevenir el Alzheimer

Una simple porción de arándanos aporta el 25% del requerimiento diario de vitamina C, fibra y manganeso, un mineral esencial para la salud ósea. Pero su verdadero poder reside en sus altos niveles de antioxidantes, que estudios sugieren pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y el deterioro cognitivo asociado al Alzheimer.

Cómo lo arándanos pueden prevenir el Alzheimer

Cómo los arándanos combaten el Alzheimer

Investigaciones lideradas por el Dr. Robert Krikorian, de la Universidad de Cincinnati, han demostrado que los arándanos ofrecen beneficios reales para la memoria y la función cognitiva en adultos mayores.

Su equipo encontró que los antioxidantes presentes en estas frutas, especialmente las antocianinas —pigmentos responsables de su característico color azul—, podrían prevenir el deterioro neurocognitivo. Según el US Highbush Blueberry Council, “las antocianinas, un tipo de flavonoide, actúan como antioxidantes que protegen las células del daño relacionado con la edad”.

Estudios previos en animales también han mostrado que estas sustancias mejoran la cognición, un hallazgo que Krikorian y sus colegas han llevado al ámbito humano. Comer arándanos regularmente podría ser una estrategia sencilla para prevenir la demencia senil, un trastorno que, según la Asociación de Alzheimer, afectará a más de siete millones de estadounidenses para 2025.

Esta enfermedad neurodegenerativa se desarrolla lentamente en un cerebro sano, empeorando con el tiempo hasta interferir con tareas cotidianas y, en etapas avanzadas, con funciones vitales como la respiración y el ritmo cardíaco.

Evidencia de estudios recientes

El equipo de Krikorian realizó dos estudios para evaluar el impacto de los arándanos en la cognición. En el primero, participaron 47 adultos mayores de 68 años con deterioro cognitivo leve, un precursor del Alzheimer. Tras realizar pruebas y escáneres cerebrales iniciales, los dividieron en dos grupos: uno recibió un placebo diario durante 16 semanas, mientras el otro consumió polvo de arándano liofilizado (equivalente a una taza de fruta fresca).

El grupo que tomó arándanos mostró mejoras significativas en la memoria, mayor acceso a palabras y conceptos, y una segunda exploración cerebral reveló aumento en la actividad cerebral.

El segundo estudio involucró a 94 personas de entre 62 y 80 años con problemas de memoria autodeclarados. Los participantes se dividieron en cuatro grupos, recibiendo polvo de arándano, aceite de pescado, una combinación de ambos o un placebo.

Aunque los resultados fueron menos contundentes —con solo mejoras leves en la cognición y el recuerdo—, los arándanos y el aceite de pescado mostraron efectos positivos por separado. Sin embargo, los investigadores reconocen que los beneficios fueron menos marcados que en el primer estudio, lo que sugiere la necesidad de más investigación.

Un superalimento al alcance

Aunque se requieren estudios adicionales para confirmar su eficacia, los arándanos ya destacan por ser una fuente deliciosa de nutrientes y un protector natural de la salud celular, incluida la piel.

Su potencial para fortalecer la memoria y prevenir el Alzheimer los convierte en una adición valiosa a la dieta diaria. Incorporarlos al desayuno —en un batido, con yogur o solos— es una forma fácil y sabrosa de aprovechar sus beneficios mientras la ciencia sigue desentrañando su poder.