Este delicioso y saludable pesto muy sencillo de preparar. Simeplemente mezcla todos los ingredientes en un procesador de alimentos y almacena durante un máximo de un mes en el refrigerador. Sirve untado sobre el pan, pastas, mezclálo con tomates cherry en una ensalada de vegetales frescos, o sobre las verduras de raíz asadas. Es muy rico y saludable, ya que contiene grandes propiedades que le otorgan sus ingredientes, como antioxidantes, betacaroteno, y una variedad de grasas buenas para el corazón y el cerebro. Esta es información que debes saber sobre los ingredientes de este delicioso pesto.
Propiedades de las hojas de mostaza
Las hojas de mostaza es una crucífera como la acelga o el brócoli, y las hojas verdes son una poderosa fuente de antioxidantes, incluyendo la quercetina, y beta caroteno. Por esta razón, las hojas de mostaza se piensa apoyan la salud cardiovascular, mientras que mitiga los efectos de las condiciones inflamatorias en el cuerpo. Los verdes también son una excelente fuente de vitamina C, vitamina K y ácido fólico.
La adición de aceite de oliva y frutos secos a los verdes ayudan a que tus antioxidantes y vitaminas sean más fácilmente absorbidos. De hecho, hay algunas pruebas de que el consumo de verduras de hoja verde oscura, como las hojas de mostaza, ayudan a apoyar la salud de la piel (y también a reducir los signos de envejecimiento) cuando se combina con las grasas saturadas y monoinsaturadas – como en esta receta que requiere 1- 1 / 2 tazas de aceite extra virgen de oliva.
Ten en cuenta que las hojas de mostaza son también una fuente de oxalatos y de bociógenos, es decir, en personas susceptibles los oxalatos pueden contribuir al dolor de las articulaciones o cálculos renales. Alimentos bociógenos, como las hojas de mostaza y otras crucíferas, pueden ralentizar el funcionamiento de la tiroides un poco, así que es mejor no consumirlas crudas en exceso y consumir siempre una dieta que sea rica en yodo para que, de otra manera, apoye la función tiroidea.
Nueces y semillas en remojo
Remojar las nueces y semillas, como se pide en esta receta, puede confundir a aquellos que no están familiarizados con los principios dietéticos detrás de los alimentos tradicionales. Remojar las nueces y las semillas en agua caliente durante la noche ayuda a mitigar los efectos de los inhibidores de la enzima que hacen los frutos secos difíciles de digerir. Remojar las nueces y las semillas también presta una cremosidad deliciosa al pesto que compensa la ausencia de queso.
Usa aceite de oliva auténtico
La verdadera clave para hacer este pesto, como con cualquier otro pesto, es el aceite de oliva de muy buena calidad, además de hojas de mostaza muy frescas y ajo. El aceite de oliva es una grasa extraordinaria, rica en vitamina E, ácidos grasos monoinsaturados, y los polifenoles, que son fuertemente anti-inflamatorios y ayudan a apoyar la salud de la piel.
Desafortunadamente, el aceite de oliva es uno de los alimentos más adulteradas en el mercado. Muy a menudo, el aceite de oliva se diluye con aceite de maíz OGM, aceite de canola y aceite de soja, antes de ser embalados y enviados a tu tienda de abarrotes. Como resultado, las personas con sensibilidades alimentarias y alergicas se ponen en riesgo. Los aceites más baratos también son significativamente menos saludables, porque se obtienen a menudo mediante un proceso químico que hace que sus grasas sean frágiles e inestables, y carecen de la variedad de fitonutrientes que existen en el aceite de oliva. Por esta razón, es importante comprar aceite de oliva que sea realmente puro.
Ingredientes:
- 1/2 taza de nueces picadas
- 1/4 taza de semillas de calabaza
- 1/4 taza de semillas de girasol
- 6 dientes de ajo (molidos)
- 2 manojos de hojas de mostaza cortadas y picadas (se puede reemplazar por hojas de acelga o espinaca, sólo que se perdería el sabor picoso)
- 1/2 cucharadita de sal de mar
- 1-1/2 taza de aceite de oliva extra virgen
Pesto con hojas de mostaza
Instrucciones:
1.- Coloca las nueces, las semillas de calabaza y semillas de girasol en un tazón , y cubre con 2 pulgadas de agua tibia. Déjalas en remojo durante 4 a 6 horas, escurrir y enjuagar muy bien.
2.- Coloca las nueces, semillas de calabaza y de girasol humedecidas y el ajo en el procesador de alimentos. Pulsa 3 o 4 veces hasta que estén combinados. Mezcla con las hojas de mostaza y la sal del mar y mezclar por algunos segundos.
3.- Vuelve a encender el procesador de alimentos y lentamente deja caer el aceite de oliva en la mezcla de las semillas y las hojas de mostaza hasta que se forme una pasta suave y uniforme. Sirve inmediatamente o transferir a frascos de vidrio para almacenar, coloca una capa de con aceite de oliva adicional y refrigerar hasta por un mes.
Redacción de Vida Lúcida