Comúnmente se habla de productos con pH neutro que brindan beneficios a nuestra salud y belleza. No obstante, el pH no sólo es una característica de productos comerciales, sino que es una propiedad química de muchas sustancias y tejidos, incluyendo nuestro cuerpo y sangre.
La relación entre la alteración del pH en sangre y la aparición de enfermedades es un tema recién investigado, ya que algunos científicos han estimado que un pH ácido pudiera predisponer a alteraciones en el metabolismo de nuestras células y desencadenar la aparición de enfermedades como el cáncer.
¿Qué es el pH?
Es una medida de concentración que determina la cantidad de iones de hidrógeno que tiene una sustancia, definiendo si un fluido es ácido o alcalino (también llamado básico). Mientras más cantidad de iones de hidrógeno tenga una sustancia, menor es su pH (es más ácido). Por otro lado, una sustancia que contenga menos cantidad de iones de hidrógeno tendrá un pH mayor (o alcalino). Así pues, un pH neutral es aquel que es cercano a 7.
El pH de la sangre
Nuestro organismo funciona de manera balanceada para que la sangre tenga un pH ideal entre 7,35 y 7,45. Un pH dentro de esos valores es necesario para la supervivencia y desarrollo de las células de nuestro cuerpo. Sin embargo, existen ciertas situaciones como el estrés, el infarto cardiaco, infecciones severas, la falla renal y los estados de deshidratación que hacen que el pH de la sangre disminuya, volviéndola más ácida de lo normal.
También existen situaciones donde ocurre lo opuesto, por lo tanto, se alcaliniza la sangre (eleva su pH). Esto lo podemos observar en personas que usan medicamentos que provocan aumento del bicarbonato en la sangre y en enfermedades donde aumenta la eliminación de los ácidos, por ejemplo, cuando una persona tiene una respiración muy rápida durante una infección respiratoria.
¿Cómo puede medirse el pH del cuerpo?
El pH de cualquier sustancia se puede medir con un aparato llamado pH-metro. En sangre, se hace una prueba de laboratorio llamada gasometría, que indica exactamente cómo está el pH de nuestra sangre. El pH también se puede medir en otros líquidos como la orina y saliva con una prueba más sencilla, colocando el líquido en contacto con una cinta reactiva que cambia de color, indicando si la sustancia es ácida o alcalina. El pH de la sangre, saliva, orina y piel son distintos por encontrarse en diferentes compartimientos.
El pH y la aparición de enfermedades
En la actualidad, dentro de la comunidad científica existen controversias sobre este tema. Algunos investigadores han descrito que un pH ácido en la sangre pudiera predisponer a la aparición de cáncer, gota, úlceras en el estómago, osteoporosis, fatiga crónica y enfermedades de la piel; mientras que otras investigaciones promueven la acidificación del pH en fluidos como la orina, debido a que un medio ácido impide que proliferen las bacterias que causan infecciones urinarias.
¿Cómo puede el pH ácido aumentar el riesgo de aparición de cáncer?
La ciencia aún no posee una respuesta definitiva, ya que no existen estudios con un alto nivel de evidencia que expliquen esta teoría. Sin embargo, algunos científicos sostienen la hipótesis sobre la asociación del cáncer y un pH ácido, producto de una dieta ácida o poco alcalina, generalmente alta en alimentos procesados y proteínas animales (que se degeneran en sustancias como el ácido úrico y láctico).
Tal tesis está basada en la descripción del doctor Otto Heinrich Warburg, fisiólogo ganador del premio Nobel en el año 1931, quien describió el metabolismo celular normal en un medio con un pH fisiológico, con suficientes nutrientes y oxígeno; por lo que algunos investigadores señalan que un pH ácido altera el medio celular disminuyendo el aporte de oxígeno y promoviendo la conversión de células normales hacia células cancerígenas.
Por su parte, otro grupo de investigadores sostiene que no existen actualmente estudios que apoyen que una dieta alcalina o baja en ácidos previene el cáncer, haciendo énfasis en que el organismo tiene mecanismos fisiológicos propios para balancear el pH, independientemente de la dieta ingerida.
No obstante, a pesar de las discrepancias, la mayoría de los estudios recomiendan que las personas deben tener un estilo de vida sano y una alimentación saludable a fin de evitar enfermedades prevenibles y evitar posibles complicaciones.
¿Cómo puede balancearse el pH del organismo?
Los principales mecanismos fisiológicos compensadores del pH se encuentran en los pulmones y riñones, por lo tanto, si estamos sanos nuestros órganos funcionarán correctamente para obtener ese equilibrio.
Se recomienda tener una dieta saludable alta en frutas, vegetales y baja en carnes rojas, productos lácteos, grasas y alimentos procesados, no sólo para balancear el pH del organismo, sino para disminuir el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares asociadas a factores de riesgo como la obesidad.