Cómo hacer una bolsa de hielo para tratar dolencias

El tratamiento de las enfermedades inflamatorias y degenerativas crónicas con calor o compresas calientes es una terapia tradicional. Sin embargo, el frío o las bolsas de hielo también tienen su gran aporte beneficioso en el tratamiento de dolencias articulares y musculares, lo que se conoce como el uso terapéutico del hielo.

Bolsa de hielo para tratar cualquier dolor crónico

Aunque desde hace tiempo se sabe que el frío puede tener un efecto analgésico, la terapia con hielo ha hecho que la medicina deportiva moderna sea popular. La crioterapia se utilizó por primera vez en atletas porque se observó que los tiempos de recuperación después del entrenamiento intenso se acortaron significativamente. La bolsas de hielo tiene el gran aporte de estar disponible por más tiempo para conseguir calmar cualquier dolencia con solo una aplicación, llegando a durar más de 30 minutos su aplicación.

Los efectos sobre el organismo de la bolsa de hielo

El hielo o el frío tienen un triple efecto sobre el organismo: es a su vez relajante, antiinflamatorio y analgésico. Las bolsas de hielo suprimen el dolor de varias maneras. Los estímulos fríos alcanzan el cerebro más rápido que el dolor y, por lo tanto, cubren el estímulo de dolor real de la articulación enferma.

Los nervios reducen su velocidad de conducción en temperaturas frías y reducen la sensibilidad de los receptores del dolor en la piel.  El hielo también actúa positivamente contra la inflamación porque inhibe los procesos metabólicos que apoyan los procesos inflamatorios.

Bolsa de hielo para aliviar dolencias

Las diferentes temperaturas frías también pueden ayudar al terapeuta a tratar diferentes tipos de dolencias. Las bolsas de hielo, telas congeladas, envoltorios fríos, almohadillas de silicato congelado, coladas frías, baños de hielo o aire frío se pueden aplicar de diversas formas, como masajes, en el baño o en la cámara fría. Este tipo de terapias utilizan temperaturas de +1 a -180 ° C.

¿Cómo fabricar la bolsa fría nosotros mismos?

Mezcla una parte de alcohol con tres partes de agua en una bolsa ziploc y ponla en el congelador. El alcohol evitará que el agua se congele completamente. Cuando se trata de un paquete congelado, se cubre con una toalla o un paño y se aplica sobre la zona a tratar y funciona perfectamente.

Y para aquellos que les gusta hacer las cosas más elaboradas, se puede diseñar la bolsa de hielo al estilo de funda de almohada, protegiendo el cuerpo con una cubierta de franela.

Sugerencia: Si la mezcla se congela demasiado, basta con añadir un poco más de alcohol. Si es demasiado fangoso, agrega un poco de agua. Es algo muy simple esto.

Fabricando una bolsa de hielo

Otra manera de hacer paquetes con hielo para el dolor, como la imagen que se ve en la parte superior de este artículo, es usando esponjas.

En primer lugar, se toma una esponja de cocina estándar y se la debe sumergir en agua. Luego se coloca dentro de una bolsa ziploc, y posteriormente se la introduce en el congelador. La mejor parte es que, una vez que el hielo comienza a derretirse, la esponja absorberá el agua para que no se escape.