La ansiedad es algo muy común en nuestra sociedad actual. Existen muchos problemas asociados a este estado que nos afecta tanto psicológicamente como físicamente. Sus manifestaciones son muy variadas y puedes estar sufriéndola sin ser consciente de ello.
Es importante que aprendas a reconocer la ansiedad, cuándo la estas experimentando, y reconocer cómo está afectando en tu vida. Una vez identifiques y tomes consciencia, entonces ya podrás darle una solución para disminuirla.
Principales síntomas de la ansiedad
Este estado de ansiedad puede manifestarse de muchas maneras, dependiendo de cada persona. Su intensidad y frecuencia también varía.
Sin embargo, existen unos síntomas bastante característicos, que son los principales indicadores de que hay situaciones o determinadas circunstancias que te están generando ansiedad.
Sus síntomas al ser psicofisiológicos, afectando tanto a nivel conductual como físico, se pueden dividir en los siguientes grupos:
Síntomas psicológicos
Entre los síntomas psicológicos de la ansiedad nos encontramos sobre todo con los siguientes: incertidumbre, desorientación, agobio, inquietud, sospechas, temores, sensación de peligro y amenaza, necesidad de querer huir o atacar, inseguridad y miedo a perder el control.
Síntomas físicos
Los síntomas físicos de la ansiedad pueden repercutir seriamente en nuestro estado de salud.
Algunos de los más frecuentes y característicos son los siguientes: Rigidez muscular, tensión, molestias gastrointestinales, nauseas, falta de aire, hiperventilación, opresión en el pecho, palpitaciones, taquicardia, alteraciones del sueño y la alimentación, fatiga, cansancio, irritabilidad, problemas en la respuesta sexual, etc.
Síntomas sociales y de conducta
Dificultades para relacionarse e iniciar una conversación, un gran temor a los conflictos, dificultad para expresar las propias opiniones (baja asertividad), hipervigilancia, impulsividad, etc.
Síntomas cognitivos
Dificultad para concentrarse y mantener la atención, pérdidas de memoria frecuentes, despistes y descuidos, pensamientos distorsionados y estado de rumiativo, preocupaciones excesivas, susceptibilidad, confusión, desorganización, interpretaciones que se alejan de la realidad.
Consecuencias de vivir con ansiedad
Estos síntomas muchas veces no los relacionamos con ansiedad, ya que incluso nos llegamos a acostumbrar a vivir así. A medio y largo plazo las consecuencias pueden ser irreversibles, ya que la ansiedad nos deteriora tanto psicológica como físicamente.
Pudiendo desembocar en trastornos psicológicos como la depresión, fobias, trastorno de pánico, estrés postraumático, etc. Y a nivel físico está demostrado también puede acarrear enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares, entre otras.
Es importante que aprendas a identificar en qué momentos aparece la ansiedad en tu vida, para que logres parar en ese momento, escucharte y hacer caso de lo que necesitas en ese preciso momento. Las técnicas de respiración son de una gran utilidad para calmar la ansiedad y disminuir así sus síntomas.
En definitiva, si quieres frenar las consecuencias de la ansiedad, resulta fundamental que tomes consciencia de cuándo aparece en tu día a día. Identifica las situaciones, los síntomas que aparecen; y procura parar, respirar y tomar el control.
La ansiedad es un estado de alarma que te está ofreciendo alguna indicación, la cual debes atender. Por lo tanto, no rehúyas de ella ni la intentes reprimir, compréndela y actúa en consecuencia.
