El COVID-19 todavía se quedará con nosotros un largo rato, y el número de casos confirmados ha ido en aumento en varias partes del mundo. Si crees estar seguro de que ya tuviste el virus, probablemente pienses que ahora eres inmune. ¿Pero acaso podrías tener el COVID-19 por segunda vez?
¿Puedes contraer el COVID-19 de nuevo?
Probablemente pienses que una vez que has tenido el COVID-19, que es ocasionado por una infección con el coronavirus SARS-CoV-2, será poco probable que lo vuelvas a contraer.
Si bien este es el caso cuando se trata de algunos virus, como la varicela y el sarampión, hay muchos otros virus que podemos contraer más de una vez. Estos incluyen los resfriados comunes, que pueden ser causados por otros tipos de coronavirus que son capaces de infectar a las personas varias veces, y la gripe.
La buena noticia es que ha habido muy pocos casos en todo el mundo en que se ha contraído COVID-19 por segunda vez.
Ya hemos vivido varios meses de aislamiento gracias a este virus, y el número de casos en los que personas han contraído el virus por segunda vez es mínimo. Alrededor de todo Europa solo se ha oído hablar de unos cuatro o cinco casos de reinfección.
Echemos un vistazo a porqué sucede esto.
Los anticuerpos del COVID-19 podrían protegerte de una reinfección
Los anticuerpos son moléculas producidas por células especiales del sistema inmunológico (conocidas como células B) en respuesta a una infección. Estos se unen a los virus y evitan que entren en nuestras células.
Los anticuerpos tienden a permanecer en la sangre durante algún tiempo. Por lo que si una persona vuelve a exponerse al mismo virus, puede generar una respuesta inmune rápidamente. Sin embargo, no se quedan para siempre.
Investigaciones sugieren que los anticuerpos contra el coronavirus SARS-CoV-1, que causó la pandemia del SARS en 2003, comienzan a desaparecer unos tres años después de la infección.
Un pequeño estudio llevado a cabo por investigadores del Reino Unido mostró que los anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2 pueden durar unos meses. Lo que podría explicar por qué no hemos visto muchos casos de reinfección hasta ahora. Sin embargo, en algunas personas, los niveles de anticuerpos habían comenzado a volver a la normalidad después de 60 días.
La gran pregunta aquí es, ¿qué sucede cuando estos anticuerpos comienzan a desaparecer? ¿Uno vuelve a ser vulnerable a infectarse de SARS-CoV-2?
Se creía que debido a que algunas personas no parecen desarrollar anticuerpos, o estos desaparecen rápidamente después de infectarse, habría muchas personas que se volverían a enfermar. Pero ese no parece ser el caso. Así que la inmunidad se trata más que de solo anticuerpos.
Nuestro sistema inmunológico se compone de más que solo anticuerpos
Además de los anticuerpos y las células B que los producen, tenemos otra arma importante en nuestro arsenal inmunológico: las células T.
Las células T tienen una variedad de funciones que incluyen protegernos contra patógenos invasores como bacterias y virus, destruir células infectadas y controlar la producción de anticuerpos por las células B.
Después de una infección, nuestro sistema inmunológico crea las llamadas células T de memoria. Como sugiere el nombre, estas células ‘recuerdan’ encuentros anteriores con patógenos y responden rápidamente a infecciones repetidas.
Si bien la inmunidad de los anticuerpos a menudo disminuye con el tiempo con relativa rapidez, la inmunidad resultante de las células T de memoria puede durar mucho más.
Las células T de memoria también pueden responder a virus que se parecen a otros con que nos hemos topado anteriormente, incluso si nunca nos hemos infectado con la nueva amenaza. Esto explica por qué un estudio reciente ha demostrado que entre el 20 y el 50% de las personas en los EE. UU. tienen respuestas de sus células T al SARS-CoV-2 incluso si nunca lo han tenido, lo que podría ofrecer cierto grado de inmunidad.
Las últimas investigaciones sobre la inmunidad al COVID-19 sugieren que las respuestas de las células T podrían ser mucho más importantes de lo que pensamos. E incluso las personas expuestas a virus recientes del resfriado podrían recibir cierta protección.
¿De qué se trata la inmunidad colectiva?
Se ha hablado mucho sobre el concepto de «inmunidad colectiva». Esta es la idea de que el COVID-19 ya no será una amenaza cuando una cantidad suficiente de la población haya desarrollado inmunidad al virus. Ya sea por exposición directa o por vacunación.
Dado que la posibilidad de una vacuna aún es algo lejana ¿Existe alguna posibilidad de que una proporción significativa de la población pueda estar protegida por haber contraído ya COVID-19?
En un estudio de TwinsUK (un registro de gemelos adultos del Reino Unido) se hicieron pruebas alrededor de 400 de los participantes que vivían en el sureste de Inglaterra, y el 12% de ellos dieron positivo en anticuerpos de COVID.
Sin embargo, alrededor de la mitad de las personas que han sido infectadas pueden haber tenido solo una breve respuesta inmunitaria o de anticuerpos. Por lo que la proporción de personas que tienen algún grado de inmunidad puede ser mayor.
Aunque los participantes de Twins UK pueden no ser completamente representativos de toda la población. Es razonable suponer que al menos una de cada diez personas en el sudeste del Reino Unido ya puede haber tenido COVID-19. Esto puede explicar por qué la segunda ola parece estar afectando ahora al norte del Reino Unido con mucha más fuerza que al sur.
También podría deberse a que las tasas de inmunidad son más altas en las personas más jóvenes y en mejor forma que ahora están saliendo de casa. En comparación con las personas mayores y aquellas con problemas de salud subyacentes que tienden a quedarse en casa.
Esto podría estar creando una “inmunidad temporal” Ralentizando la tasa de transmisión y ganando algo de tiempo para aplanar el aumento de infecciones. Pero dada la rapidez con que están subiendo las tasas, no está claro cuánto durará.
Aun así, investigadores piensan que alrededor del 50-70% de la población necesita ser inmune al coronavirus para beneficiarse de la inmunidad colectiva a largo plazo. Es poco probable que esto se logre pronto según la cantidad de personas que han contraído COVID-19 hasta ahora.
Más importante aún, permitir que el COVID-19 se propague a través de la población sin control probablemente conduciría a la muerte de muchas decenas de miles de personas mayores vulnerables y causaría importantes problemas de salud a largo plazo.
Vale la pena señalar que si algunos de nosotros tenemos células T de memoria preexistentes, los umbrales de inmunidad colectiva serán más bajos y menos de nosotros tendremos que contraer la enfermedad para proteger a toda la población. Pero ahora mismo, es demasiado pronto para saberlo.