La congestión de los oídos es un síntoma que se percibe como una presión y aturdimiento que puede llegar a afectar la audición.
Esta molestia se relaciona con problemas que pueden afectar al oído externo o al oído medio. Procesos como las alergias y las infecciones son sus principales causas.
Partes del oído
Para poder comprender un poco mejor el mecanismo por el que ocurre la congestión en los oídos, es necesario aclarar un poco como está formada esta estructura.
El oído es un órgano complejo. Consta de tres partes:
- Oído externo. Comprende el pabellón auricular, conocido como oreja, el conducto auditivo externo y la membrana del tímpano.
- Oído medio. Se extiende desde el tímpano hasta el oído interno. Esta conformado por tres huesos muy pequeños conocidos como la cadena de huesecillos, estos tienen como función trasmitir las vibraciones del tímpano hacia el oído interno.
- Oído interno. Está formado por una estructura en forma de caracol en la cual se originan las fibras del nervio vestibulococlear. Este tiene dos grandes partes, el nervio auditivo (que permite percibir los sonidos) y el nervio vestibular (relacionado con el proceso de equilibrio).
El oído medio se encuentra comunicado con la cavidad nasal mediante un conducto llamado trompa de Eustaquio. Esta estructura permite compensar la presión en el interior del oído y brindar un canal de drenaje para las secreciones, evitando así que el tímpano se rompa.
Causas de congestión de los oídos
La sensación de congestión de los oídos puede deberse a problemas del oído externo o del oído medio.
Problemas del oído externo
La principal causa de congestión este nivel es la presencia de un tapón de cerumen.
En condiciones normales, las células de la piel del oído producen una cera que tiene como función lubricar el conducto. En algunas personas esta cera se produce en grandes cantidades, acumulándose en el conducto.
Algunos hábitos erróneos como el uso de hisopos para limpiarse los oídos lleva a que se empuje la cera hacia dentro compactándola y agravando aun más la obstrucción. Por esta razón los médicos otorrinos siempre nos recuerdan que “los oídos se limpian con los codos”, los hisopos se usan solo para limpiar la parte externa del oído, nunca el conducto.
Problemas del oído medio
Las afecciones nasales como las rinitis alérgicas y sinusitis llevan a que se congestionen las mucosas. La trompa de Eustaquio es un conducto angosto, cuando su mucosa se engrosa ocupa todo el diámetro del conducto haciendo que las secreciones del oído medio no puedan drenar y se acumulen detrás del tímpano produciendo lo que se conoce como otitis media.
Síntomas que acompañan a la congestión en los oídos
Las afecciones del oído externo producen una sensación de obstrucción que se acompaña por disminución en la agudeza auditiva. Las personas tienen una menor audición.
En el caso de la congestión del oído interno los síntomas son mas aparatosos y pueden incluir:
- Dolor muy intenso localizado en la oreja que agrava al tragar, es percibido como una presión muy fuerte.
- Disminución de la audición.
- Sensación de pitido o zumbido en el oído.
- En el caso que el oído sea colonizado por bacterias provenientes de la cavidad nasal.
- Secreción o sangrado por el oído. Esto ocurre cuando los líquidos producen un aumento importante de la presión dentro del oído lo cual hace que se rompa el tímpano.
- Mareos que pueden producir náuseas y vómitos.
Por lo general la afectación del oído ocurre de forma simultánea a una infección o un proceso alérgico del tracto respiratorio superior, por lo que pueden presentarse otros síntomas como secreción y obstrucción nasal, estornudos, tos y dolor facial.
Cómo aliviar la congestión en los oídos
Esta afección amerita un tratamiento con medicamentos que ayuden a descongestionar el oído, drenar los líquidos y tratar la infección cuando esta se encuentre presente. También es de gran ayuda aplicar solución salina a nivel nasal ya que al descongestionar la nariz se facilita el drenaje de las secreciones del oído.
Los medicamentos más usados son los antiinflamatorios y los antialérgicos. Cuando ocurre una infección asociada esta suele ser con frecuencia de tipo viral, por lo que los antibióticos no son necesarios.
Algunas medidas no farmacológicas que pueden aplicarse para ayudar a aliviar la congestión de oídos son aquellas que permiten aprovechar la trompa de Eustaquio como canal de drenaje. Se trata de movimientos como tragar, abrir la boca y soplarse la nariz, estas acciones ayudan a aliviar los síntomas.