Razones por las que puede estar fracasando tu dieta

Es muy fácil tomar la determinación de seguir un régimen alimenticio o hacer cambio de nuestros hábitos, pero muchas veces no se terminan cumpliendo los objetivos debido a diversos motivos, pero para que no te pierdas el camino, aquí te mostramos algunas de las razones por las que tu dieta puede fallar.

Razones por las que puede fallar una dieta

Tratar de encontrar la razón por la que tu dieta no funciona puede ser un dolor. Pero tu dieta no está condenada al fracaso. Existen muchos factores que pueden contribuir a tus problemas de pérdida de peso y puedes abordarlo si deseas adelgazar. Quizás estás confundido porque estás con la mejor dieta que puedes tener según tus propias necesidades y sin embargo hay algo que no termina de ayudarte a finalizar en tu meta.

Para ello abordaremos las siguientes razones que son de índole ‘emocional’, que podrían ser la causa de que tu dieta está fallando una y otra vez. Si te sientes identificado con algunas de ellas, puedes ir viendo cómo sacar de raíz estas razones para comenzar a ver resultados favorecedores.

1. Establecer metas poco realistas

Tener una visión clara de cuáles son tus objetivos de pérdida de peso es fundamental para tu éxito, pero muchas personas renuncian a sus objetivos de pérdida de peso porque esperan resultados que requieren tiempo y perseverancia. Si este fue tu caso en el pasado, puede hacer que te sientas demasiado abrumado para hacer algo. Puedes superar esta parálisis mediante el análisis estableciendo objetivos realistas a corto plazo que aún empujan tus zonas de confort.

2. El cuerpo se revela

Cuando se sigue un régimen alimenticio muy drástico o restringido este puede terminar ocasionando cambios de humor, dolores de cabeza, cansancio físico y mental, irritabilidad, entre otros, y, sin duda, nadie quiere sentirse de esa manera, así que si no quieres fallar en tus objetivos lo mejor es que cambies de dieta para que puedas sentirte mejor y no desistir.

3. Comes emocionalmente

Comer debe ser placentero, pero cuando el amor por la comida se usa como un mecanismo de afrontamiento en momentos de estrés o tristeza, puede volverse insalubre. Si eres un comedor emocional, es esencial lidiar con las emociones subyacentes que impulsan la alimentación compulsiva. La meditación consciente puede ayudarte a tomar conciencia de las verdaderas necesidades del cuerpo. Observar tus pensamientos y emociones, en lugar de confundirte con ellos, te permite romper el ciclo habitual de alimentación emocional y tomar decisiones racionales.

4. Odias lo que eres

No puedes curar un cuerpo que odias. Existen personas que no pueden estar saludables y perder peso debido a años de autodesprecio. Suposiciones inconscientes sobre ti mismo, de que no eres digno de amor o de cosas buenas, es una mentira. Cuando estas falsas creencias no se abordan, incluso si tuvieras el cuerpo que siempre quisiste, nunca sería suficiente.

5. No alimentar tu cuerpo

Esto va de la mano con el auto-odio. Haz a tu cuerpo un favor y termina con las dietas de hambre y las dietas de moda. El peso de tu cuerpo es el resultado de innumerables factores fisiológicos diferentes que deben ser alimentados con alimentos buenos y saludables. Tu cuerpo necesita esos nutrientes para funcionar de la forma en que fue diseñado.

Cambia tu perspectiva sobre la comida. En lugar de ver cómo puedes negarle a tu cuerpo los alimentos como castigo por el aumento de peso, comienza a preguntarte cómo puedes curar tu cuerpo con alimentos deliciosos y nutritivos como medicina. Al restringir crónicamente los alimentos, pones a tu cuerpo en modo de supervivencia de hambre. Deja de hacer que tu cuerpo sea tan bueno para almacenar grasa.

6. Buscando interminablemente soluciones rápidas

Veo a muchas personas con pilas de DVD de ejercicios, productos para perder peso y libros de dietas de moda que prometen «abdominales de 4 minutos» o «1 pastilla al día para derretir la grasa». Los abdominales de la tabla de lavar y los músculos esculpidos en las cubiertas alimentan la desesperación para estar en forma. En el momento en que detienes estos programas insostenibles, recuperas todo tu peso y luego algunos.

No hay soluciones rápidas o píldoras mágicas para comprar en línea. No hay reemplazo para descubrir lo que funciona para usted y seguir adelante.

7. Pasar hambre, aunque hayas comido

Mujer muy estresada

Sentir hambre inmediatamente después de comer puede ser un indicativo de que tu dieta no está bien balanceada, lo que a su vez puede ocasionar que tu cuerpo esté haciendo la conservación de energía, lo que, indudablemente, dificulta la pérdida de peso, así que presta especial atención a estos eventos, pues puede ser una de las razones por las que tu dieta puede fallar.

8. Hacer que la pérdida de peso sea el objetivo final

Perder peso no es equivalente a estar saludable. El cáncer y el arsénico te harán perder peso, pero no estarás más saludable. Existen muchas personas delgadas con hipertensión arterial, diabetes y enfermedades del corazón. Tienes que dejar de ver el aumento de peso como una causa y empezar a verlo como un síntoma de algo más en el cuerpo y la mente. Tienes que estar saludable para perder peso, no perder peso para estar saludable. La pérdida de peso sostenible será un subproducto natural de la recuperación de la salud. Si te sientes saludable, te verás genial cuando padezcas de algo.

9. Perder de vista el objetivo propuesto

Por otro lado, también está perder de vista el objetivo. Sabemos que el control de peso a largo plazo es un compromiso de por vida, de ahí que resulte importante buscar la manera de llevar una alimentación saludable sin necesidad de privarte de las cosas que te gustan, porque la privación suele terminar siendo el principal causante sentimiento de rabia, depresión, etc., así que no intentes ser perfecto y haz la búsqueda de alternativas que no te hagan perder de vista el objetivo que deseas alcanzar.

Estas son solo algunas de las razones por las que tu dieta puede fallar, así que ten en cuenta cada una de ellas para que puedas perder esos kilitos de más sin que sea un gran sacrificio.