Si estás planeando entrar en una relación o ya estás en una, hay ciertas cosas que tienes que recordar si quieres que tu relación dure mucho tiempo, algunas de estas señales son muy claras y marcan la diferencia entre una relación sana y una relación tóxica.
Relación sana vs relación tóxica
Para empezar, ser demasiado pegajoso o necesitado es algo que tiene que mantenerse lejos de una relación si quires que sea saludable para ambos, ya que esto puede hacer que tu pareja se sienta muy presionada y pierda naturalidad la relación; y seguramente no quieres eso ¿verdad?.
Si no estás muy seguro de qué hacer y qué evitar en una relación, esta lista que muestra una comparación entre una relación sana vs una relación tóxica te vendrá muy bien.
1. Honestidad y confianza
Relación Saludable: Los cónyuges confían uno en otro y son honestos acerca de sus opiniones y sentimientos.
Relación tóxica: Debido a una falta de confianza, los cónyuges se espían unos a otros y temen ser engañados.
2. Éxito y felicidad
Relación Saludable: Los miembros de la pareja se sienten felices al ver que el otro tiene éxito.
Relación tóxica: La inseguridad y los celos reemplazan a la felicidad y existe una competencia despiadada en la pareja.
3. Diferencias y aceptación
Relación Saludable: Las parejas en una relación sana aceptan y celebran sus diferencias.
Relación tóxica: Tratan de cambiarse mutuamente y no entretienen ninguna diferencia de opiniones o pensamientos. En este tipo de relación se mantienen unidos pero siempre intentando cambiar al otro sin aceptarlo como es.
4. La toma de decisiones
Relación Saludable: Ambos integrantes de la pareja tienen igual poder de decisión y toman decisiones mutuas o decisiones que son las mejores para ambos.
Relación Tóxica: Uno trata de dominar y fuerza su opinión sobre la otra persona, imponiendo siempre su voluntad.
5. Privacidad
Relación Saludable: Mantener y respetar la privacidad de los demás es algo normal en las relaciones sanas.
Relación tóxica: Las parejas que son tóxicas suelen meterse en el teléfono de su pareja o en las cuentas sociales o hablar sobre su relación y las diferencias que tienen, en público y haciendo escándalo que no deberían porqué hacer público.
6. Ser real
Relación Saludable: Sientes que puedes ser completamente tú, en compañía de tu pareja, te sientes libre de ser quien eres.
Relación tóxica: En este tipo de relaciones se suele actuar de manera diferente en presencia de la pareja y enmascarar el verdadero yo.
7. Peleas y conflictos
Relación Saludable: Pueden resolver peleas y conflictos de forma amigable y de una manera justa.
Relación tóxica: Los encontronazos y peleas se manifiestan gritando, prolongando el asunto innecesariamente, y culpándose mutuamente. En muchos casos, cuando la relación es tóxica es muy común la falta de respeto mutua e incluso los golpes y agresiones emocionales y físicas.
8. Mantener la identidad
Relación Saludable: Los compañeros se complementan y no dependen uno del otro, sino que sirven de apoyo para el crecimiento de la relación y de cualquier proyecto que emprenden.
Relación tóxica: Se sienten incompletos, poco seguros y subvalorados en ausencia de su pareja.
9. Amistades y otras relaciones
Relación saludable: Mantener sus amistades individuales y dejar que su pareja también pueda mantener la suya es algo común en una relación saludable.
Relación tóxica: Ambos o algunos de los dos actúa demasiado posesivo y no deja que su pareja se reúna o hable con sus amigos, y si lo hace, quiere tener todo bajo su control.
10. Aficiones e intereses
Relación saludable: Ellos persiguen sus aficiones respectivas y otras áreas de interés y también dejar que su pareja hacer lo mismo.
Relación tóxica: Sólo hacen lo que su pareja le gusta o disfruta.
Cómo resuelven sus problemas
Relación saludable: El ego nunca tiene prioridad sobre la relación y por lo tanto pedir disculpas no toma mucho tiempo ni es algo exclusivo.
Relación tóxica: El ego parece más importante y nadie quiere disculparse, pueden tratar de olvidar las cosas pero ninguno se hace cargo ni responsable de nada, por lo tanto, los rencores o dudas se van acumulando hasta que en algún momento vuelven a salir a la luz, y de muy mala manera.