Tocar un instrumento musical mejora el desarrollo cerebral de los niños

instrumento musical

¿Alguna vez te preguntaste por qué te viste obligado a tocar la flauta en el tercer grado? No, no era para que tus padres pudieran disfrutar de una «perforación de orejas» en el festival de una hora de duración cada tantos meses en el auditorio de tu escuela primaria.

Era probablemente porque aprender a tocar un instrumento musical es bueno para el desarrollo de tu cerebro durante esos años críticos de la infancia.

Porqué tocar un instrumento musical

Ahora, esto no puede parecer nueva información, pero investigadores de la Universidad de Vermont han llevado a cabo recientemente la «más grande investigación acerca de la asociación entre tocar un instrumento musical y el desarrollo del cerebro«, según un comunicado de prensa.

Encontraron que tocando un instrumento, los niños no sólo están aprendiendo a Beethoven y Bach; también están aprendiendo a enfocar su atención, controlar sus emociones, y reducir su ansiedad, lo que sin dudas ayuda en le desarrollo del cerebro en los niños.

Cómo ayuda al desarrollo del cerebro

Haciendo uso de los archivos de datos del Instituto de Salud e Imágenes por Resonancia Magnética (MRI), dirigido por el Dr. James Hudziak, se analizó los escáneres cerebrales de 232 niños de 6 a 18 años.

Al evaluar los escaneos, el equipo se centró en la corteza, la capa externa del cerebro, que cambia de espesor mientras va creciendo el niño.

En su investigación anterior, Hudziak encontró que los patrones de engrosamiento cortical y adelgazamiento pueden indicar  niveles de ansiedad, depresión, problemas de atención, agresividad y problemas de comportamiento, incluso en niños sin diagnóstico.

Con este nuevo estudio, el objetivo de Hudziak era ver si el entrenamiento musical podría alterar estos patrones y, de hecho, los resultados dicen que se puede.

Tocar un instrumentos musical, altera las áreas motoras del cerebro debido a la coordinación que se requiere.

Quizás el hallazgo más más importante fue, que tocar música cambia las áreas de comportamiento y regulación del cerebro, engrosando la parte de la corteza que controla el funcionamiento de ejecución. Esta área se encarga de la memoria de trabajo, control de la atención, y capacidad de organización.

La música ayuda a mejorar las emociones

Otra área que encontraron en la que la formación musical engrosa la corteza, es la que juega un papel fundamental en el control inhibitorio y la transformación de determinadas emociones.

En otras palabras, agarrar un instrumento podría ayudar a un niño en la batalla de un trastorno psicológico aún más eficazmente, que la medicación.

«Tratamos cosas que resultan de cosas negativas, pero nunca tratamos de utilizar las cosas positivas como tratamiento», dijo Hudziak.

Investigaciones del Departamento de Educación de Estados Unidos, revela que unas sorprendentes tres cuartas partes de los estudiantes de la escuela secundaria de Estados Unidos,  «rara vez o nunca» toma lecciones de música o artes.

Es evidente porqué, la formación musical debe ser una prioridad mayor para las escuelas. Puede proporcionar a los jóvenes un sentido del ritmo que se extiende más allá del mundo de la música – en el aula, el lugar de trabajo, e incluso su vida personal.

Investigación y redacción: equipo de Vida Lúcida