El papel que desempeña la vitamina K2 aún no se comprende por completo, pero la investigación sugiere que una deficiencia de nutrientes de esta vitamina puede tener consecuencias de gran impacto para tu salud.
Un estudio reveló que tener una mayor ingesta de vitamina K2 puede reducir el riesgo de cáncer de próstata en un 35 por ciento. Los autores señalan que los beneficios de la vitamina K2 fueron más pronunciados para el cáncer de próstata avanzado y, aún más importante, que la vitamina K1 no ofreció ningún beneficio para la próstata.
¿Cuáles son los beneficios de la vitamina K2?
Desafortunadamente, muchas personas no son conscientes de los beneficios para la salud de la vitamina K2. Las vitaminas K han sido subestimadas y mal entendidas hasta hace muy poco tanto en la comunidad científica como en el público en general.
Se cree comúnmente que los beneficios de la vitamina K se limitan a su papel en la coagulación de la sangre. Otro concepto erróneo popular es que las vitaminas K1 y K2 son simplemente formas diferentes de la misma vitamina, con las mismas funciones fisiológicas.
Sin embargo, nueva evidencia ha confirmado que el papel de la vitamina K2 en el cuerpo se extiende mucho más allá de la coagulación sanguínea. Puede ayudar a evitar enfermedades crónicas al:
- Prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Mantener una piel sana.
- Formar huesos fuertes y mejorar la salud ósea.
- Promover la función cerebral.
- Apoyar el crecimiento y el desarrollo.
- Ayudar a prevenir el cáncer.
¿Cuál es su función?
La vitamina K2 tiene tantas funciones que no están asociadas con la K1 que muchos investigadores insisten en que la K1 y K2 pueden considerarse como dos vitaminas completamente diferentes.
Diferencias entre las vitaminas K1 y K2
Un estudio epidemiológico realizado en los Países Bajos ilustra bien este punto. Los investigadores recolectaron datos sobre la ingesta de vitamina K de los participantes entre 1990 y 1993. Midieron la presencia de enfermedad cardíaca en cada sujeto, quién había muerto por ella, y cómo esto se relacionaba con la ingesta de K2 y la calcificación arterial.
Descubrieron que la calcificación de las arterias era el mejor predictor de enfermedad cardíaca. Aquellos en el tercio más alto de las ingestas de K2 fueron:
- 52 por ciento menos propensos a desarrollar calcificación severa de las arterias.
- 41 por ciento menos propensos a desarrollar enfermedades del corazón.
- Tenían 57 por ciento menos probabilidades de morir por ello.
Sin embargo, la ingesta de vitamina K1 no tuvo ningún efecto sobre la salud cardíaca de los participantes.
Mientras que el hígado usa vitamina K1 de manera preferencial para activar las proteínas de coagulación de la sangre, otros tejidos usan la k2 preferentemente para depositar calcio en lugares apropiados, como los huesos y los dientes, y evitar que se deposite en lugares donde no pertenece, como Los tejidos blandos.
¿Necesitamos vitamina K2 en nuestra dieta?
Una idea equivocada muy común es la de que los seres humanos no necesitan K2 en su dieta, ya que tienen la capacidad de convertir la vitamina K1 en K2. La cantidad de K1 en las dietas típicas es generalmente mayor que la de K2, y los investigadores y médicos han descartado en gran medida la contribución de la K2 al estado nutricional, al punto de considerarla insignificante.
Sin embargo, aunque los animales pueden convertir la vitamina K1 en K2, una cantidad significativa de evidencia sugiere que los humanos requieren K2 preformado en su dieta para obtener y mantener una salud óptima.
La más fuerte muestra de que los humanos requieren K2 preformado en su dieta es que los estudios epidemiológicos y de intervención han demostrado su superioridad sobre la K1. Según el estudio epidemiológico de los Países Bajos mencionado anteriormente, la ingesta de K2 está inversamente asociada con la enfermedad cardíaca en humanos, mientras que la ingesta de K1 no.
Un estudio de 2007 mostró que la vitamina K2 es al menos tres veces más efectiva que la vitamina K1 en la activación de proteínas relacionadas con el metabolismo esquelético.
Alimentos ricos en vitamina K2
Toda esta evidencia apunta a la posibilidad de que la K2 pueda ser un nutriente esencial en la dieta humana. Entonces, ¿dónde en qué alimentos podemos encontrar la vitamina K2? La siguiente es una lista de los alimentos más ricos en dicha vitamina:
- Natto, un plato de soja popular en Japón.
- Queso duro.
- Queso suave.
- Yemas de huevo.
- Mantequilla.
- Hígado de pollo.
- Salami.
- Pechuga de pollo.
- Carne molida.
Alguna vez se creyó erróneamente que las bacterias intestinales desempeñaban un papel importante en el suministro de esta vitamina al cuerpo. Sin embargo, la mayoría de la evidencia contradice esta opinión.
La mayor parte de la K2 producida en el intestino está incrustada dentro de las membranas bacterianas y no está disponible para la absorción. Por lo tanto, la producción intestinal de vitamina K2 probablemente solo hace una pequeña contribución al estado de la vitamina K.
Los alimentos fermentados son una buena fuente de vitamina K2
Sin embargo, los alimentos fermentados, como el chucrut, el queso y el natto, contienen cantidades sustanciales de vitamina K2. El natto contiene la mayor concentración medida de K2 de cualquier alimento; casi todo está presente en su forma MK-7, que según investigaciones ha demostrado ser una forma altamente efectiva.
Aún estamos aprendiendo sobre los beneficios para la salud de la vitamina K2
Nuevas investigaciones que amplían nuestra comprensión de los muchos roles importantes de la vitamina K2 se están publicando a un ritmo rápido. Sin embargo, ya es claro que la vitamina K2 es un nutriente importante para la salud humana, y uno de los menos conocidos por las autoridades médicas y el público en general.
- Nimptsch K, Rohrmann S, Linseisen J. Dietary intake of vitamin K and risk of prostate cancer in the Heidelberg cohort of the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC-Heidelberg). Am J Clin Nutr. 2008;87(4):985-992. doi:10.1093/ajcn/87.4.985
- Geleijnse JM, Vermeer C, Grobbee DE, et al. Dietary intake of menaquinone is associated with a reduced risk of coronary heart disease: the Rotterdam Study. J Nutr. 2004;134(11):3100-3105. doi:10.1093/jn/134.11.3100