Quizás te preguntes si está bien sospechar que estás siendo manipulado. Por supuesto, esto es normal, debe hacerse, ya que es muy fácil cruzar la línea misma a partir de la cual un pequeño malentendido se convierte en un verdadero abuso emocional, que puede tener graves consecuencias.
Desafortunadamente, un gran porcentaje de personas han experimentado abuso emocional hacia ellos mismos.
Alrededor del 47% de las mujeres y el 46% de los hombres tenían experiencia en este tipo de relaciones. Por lo tanto, ¡es tan importante ser consciente de si tus acciones son el mismo abuso! Habiendo resuelto esto, tendrás una mejor comprensión de a dónde ir a continuación.
6 señales de que eres un verdadero manipulador en una relación
Necesitas dar retroalimentación constantemente a las relaciones, al igual que en aquellos casos en los que es fundamental que comprendas qué tan adecuada es tu relación.
Imagina una relación en la que ninguno de los cónyuges comparte su experiencia o emociones, tal relación colapsará rápidamente.
Estas son algunas de las señales que pueden permitirse hacer una revisión sobre el abuso emocional y la forma de manipulación que podrías estar usando, muchas veces sin saberlo.
1. Utilizas las debilidades de una persona para influir en ella
Para que una persona haga lo que necesitas, estás tratando de presionar sus errores pasados. Esto es muy malo para las relaciones, pero tiene un lugar para estar, como cualquier otro rasgo malo.
2. Usas el gaslighting
Si a tu pareja no le gusta algo y no está de acuerdo contigo, la persona manipuladora puede recurrir al uso de la técnica del gaslighting. Si inspiras a tu pareja con lo que quieres, ten por seguro que eres un manipulador.
3. Juegas con la culpa
En los casos en que utilizas la culpa de tu pareja en su contra, lo más probable es que lo estés manipulando.
A menudo puedes mencionar las cosas malas que tu pareja ha hecho y hablar sobre las cosas buenas que has hecho por ella. Estas acciones pueden crear una sensación de deber constante y alejarlos unos de otros.
4. Agresión pasiva
Cuando tratas de expresar indirectamente tus pensamientos o sentimientos negativos, eres pasivamente agresivo con tu pareja. Sin resolver el problema en sí mismo, y ocultarlo por cualquier medio, de esta manera solo aumentas la ansiedad y el miedo.
El clima que puedes llegar a producir hace sentir sofocada a la otra persona, y mientras tú actúas como si nada pasara, esta forma de manipulación suele ser de las más presentes en las relaciones de pareja poco saludables.
5. Los límites personales significan poco para ti
Considera si estás ignorando los deseos o las opiniones personales de tu pareja. Si tienes límites definidos, pero los violas constantemente para tu propio beneficio, piénsalo, tal vez deberías cambiar algo.
6. No ayudas a resolver problemas comunes
En una relación saludable, ambos cónyuges se escucharán y se comprometerán. Si no estás ayudando, sino solo exacerbando el problema, definitivamente hay un problema en tu relación.
Si la relación se alimenta de las idas y vueltas que generan los constantes problemas no resueltos, es una bomba de tiempo y el que no propone que eso cambie, seguramente está manipulando al otro.
