Es asombrosa la cantidad de beneficios que puede aportarnos la serotonina, y lo más importante: no requiere casi nada de esfuerzo estimularla. Puedes contribuir al correcto funcionamiento de la serotonina en el cerebro simplemente dando un paseo, sin prisas o realizando una actividad que te agrade.
Equilibra las emociones, pero esta no es la única función de la serotonina
El componente principal de esta sustancia química es un aminoácido proteico llamado triptófano. Al consumir alimentos que contienen este ingrediente, como pavo, plátanos, huevos, nueces y queso, parte de él se absorbe en el torrente sanguíneo y llega al cerebro, donde se convierte en serotonina.
Sin embargo, la mayor parte de la serotonina que el cuerpo necesita se produce en el intestino delgado.
Dos tipos de serotonina
Entonces, la serotonina se produce tanto en el intestino delgado como en el cerebro. Pero la serotonina en el intestino delgado no puede atravesar la barrera cerebral, por lo que la serotonina utilizada en el cerebro se produce allí mismo.
Dependiendo de su «posición», funciona de manera diferente: cuando se produce en el cerebro, funciona como un neurotransmisor que ayuda a las neuronas a comunicarse. En el intestino delgado actúa como una hormona, ayudando en la digestión, mientras que el resto, que ingresa al torrente sanguíneo, parece afectar una serie de procesos.
¿Por qué afecta el estado de ánimo?
Quizás la función más conocida de la serotonina es equilibrar el estado de ánimo y las emociones. La serotonina, en particular, nos ayuda a comprender los sentimientos e intenciones de la otra persona, por ejemplo, si alguien nos va a «herir» o si viene de manera amistosa.
Teniendo esto en cuenta, es fácil entender por qué juega un papel tan importante en la regulación de nuestro estado de ánimo, permitiendo la transición de un estado de calma a un período de estrés y viceversa.
Cuando la serotonina no funciona correctamente, pueden surgir problemas de salud mental, ya que conecta nuestros pensamientos, emociones y defensas. Cuando no funciona correctamente, pueden producirse trastornos del estado de ánimo o ansiedad.
Es muy probable que esta disfunción se deba a la cantidad de sustancia química producida en el cerebro, que depende tanto de la dieta como de la función de las neuronas que almacenan y liberan serotonina.
Reacciones intestinales
La mayor cantidad de serotonina se encuentra en el tracto gastrointestinal, donde regula la función y la motilidad del intestino. La serotonina en particular, ayuda a controlar las contracciones y secreciones del intestino mientras reduce nuestro apetito durante la comida.
La serotonina, que no se ha utilizado en el intestino, ingresa al torrente sanguíneo, donde las plaquetas la absorben rápidamente y también se encuentra en el sistema nervioso central.
La disminución de la serotonina y las enfermedades
Los estudios han encontrado muchos problemas de salud relacionados con el estrés, sobre todo el estrés crónico, —o lo que podemos interpretar como la falta o disminución significativa de la serotonina o su falta de estímulo—.»El estrés parece empeorar o aumentar el riesgo de enfermedades como la obesidad, las enfermedades cardíacas, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes, la depresión, los problemas gastrointestinales y el asma.
¿Cómo podemos aumentar la serotonina?
Puedes contribuir al correcto funcionamiento de la serotonina en el cerebro simplemente dando un paseo, ya que la luz solar podría ser parte del mecanismo que ayuda al cerebro a producirla y liberarla.
Otra forma que se cree que lo fortalece es el ejercicio físico, como el jogging, el ejercicio aeróbico o incluso los dirigidos al fortalecimiento muscular.