¿Por qué se infecta el lóbulo de la oreja perforada y cómo combatir la condición?

Falta de higiene al momento de perforar, uso de instrumentos sin esterilizar, tocarse con las manos sucias y alergias a los materiales son algunas de las causas más frecuentes por las que se presentan infecciones luego de perforarse las orejas, sea que se quiera colocar un arete, pendiente o piercing. La razón de ello, es que se trata de una herida abierta que demora en sanar alrededor de 8 semanas; afortunadamente se puede prevenir o combatir, con remedios naturales.

Razones por las que se infecta el lóbulo de la oreja tras una perforación:

Por más pequeña que parezca, una perforación en la oreja implica abrir una herida, por ende, requiere medidas puntuales antes y después de hacerlo; la primera recomendación para evitar esta clase de infecciones es utilizara guantes e instrumentos estériles, y procurarle la higiene adecuado luego de terminar el procedimiento.

Por lo general, las perforaciones tardan en sanar de 6 a 8 semanas, todo dependerá del tamaño y los cuidados que se le den, y es que algo tan simple como tocarse las orejas con las manos sucias, puede desencadenar una infección.

Otra causa recurrente por la que las orejas perforadas se infectan radica en el uso de pendientes tan anchos, que impiden la respiración de la herida; del mismo modo, podrán ser víctimas de una infección aquellas personas alérgicas al material utilizado en la fabricación del arete o piercing, de ello lo recomendable de utilizar piezas de plata, acero inoxidable, platino u oro.

¿Cuáles son los síntomas de una oreja infectada luego de perforarse?

En líneas generales, la infección en el lóbulo de la oreja se caracteriza por sensación de picor y ardor; es común, que la zona que rodea al pendiente o piercing se torne enrojecida, inflamada y acompañada de dolor o mucha sensibilidad. Cuando la infección está avanzada, puede presentarse flujo amarillo parecido al pus e incluso, fiebre leve.

Si bien se trata de una infección leve, será necesario acudir al médico en caso de que resulte imposible retirar el pendiente o su hebilla quede incrustada en la piel; asimismo, en el supuesto de que la fiebre sea alta y no ceda, así como también si el enrojecimiento e hinchazón se extienden demasiado.

Alternativas caseras para contrarrestar infecciones en el lóbulo de la oreja:

Evitar la infección, o en su defecto, prevenir su curso demanda que el área esté limpia; en este sentido, la mejor forma de hacerlo es lavar la zona varias veces al día utilizando una bolita de algodón empapada con agua oxigenada. Otras opciones son:

Yodo blanco: de la misma forma como si se tratase del agua oxigenada, se embeberá un algodón o hisopo en el producto para limpiar el área 2 veces al día.

Sal de Epsom: esta alternativa consiste en disolver 1 cucharadita de la sal en 1 taza de agua tibia; el resultado, se aplicará sobre la zona a tratar ayudándose de un algodón estéril o un hisopo, unas 3 veces al día.

Ajo: con un bastón de algodón colocar la pasta obtenida de machacar un diente de ajo sobre la herida de la perforación, esto bastará para tener a la mano un antibiótico natural de gran poder y efectividad. Es necesario no dejar más de unos minutos sobre la piel para evitar que pueda causar molestias y quemazón.

Aceite de rosa mosqueta: las cualidades cicatrizantes y regeneradoras del aceite actúan de manera inmediata en las perforaciones de los lóbulos de las orejas, fomentando su pronta curación únicamente con pasar un hisopo mojado en el mismo.

Jugo de un limón: diluido en un poco de agua, el zumo de limón tiene efecto astringente, lo que contribuye a sanar la infección, utilizándose de la misma forma que en la sugerencia anterior.

Aceite de árbol de té: siendo un antiséptico natural, el aceite esencial combate la infección, a la par que optimiza la cicatrización, siendo suficiente con mojar el área varias veces al día, utilizando un algodón empapado en el producto.

No hay que olvidar, la clave para evitar infecciones luego de la perforación es la prevención, adicional al uso de material estéril y las medidas de higiene adecuadas, será necesario limpiar con un hisopo o algodón embebido en alcohol, ambas caras del lóbulo al menos 3 veces al día.  Finalmente, colocar una pequeña cantidad de pomada antibiótica o aplicar un antiséptico antes de irse a dormir.