El aparato digestivo está conformado por un conjunto de órganos que permiten la absorción de nutrientes y eliminación de sustancias y materiales de desecho, siendo el recto y el ano las últimas porciones de este sistema excretor.
El prolapso rectal es la salida de la mucosa o del tejido rectal a través del orificio anal, secundario a la falta de anclaje o de correcto sostén del órgano. Esta condición afecta a todas las edades, incluyendo a los niños y genera molestias para el paciente, sobretodo en individuos en edad adulta, siendo más frecuente en el género femenino. De hecho, se estima que después de los 50 años de edad, el prolapso rectal afecta en promedio 6 veces con mayor frecuencia a la mujer que al hombre.
El prolapso rectal puede afectar solamente a la mucosa del recto (capa más superficial del tejido) o a toda la pared del recto, conociéndose a esta última condición como procidencia rectal.
Esta patología está relaciona a otras condiciones del aparato digestivo (como el estreñimiento, el síndrome del colon irritable, etc.), por lo que al ser diagnosticada se debe realizar una correcta exploración de todo el sistema gastrointestinal y precisar si existe alguna causa subyacente a la aparición del prolapso rectal.
Causas del prolapso rectal
Las causas del prolapso rectal son numerosas. Estudios epidemiológicos han demostrado que la mayoría de los pacientes presenta historia de estreñimiento crónico y debido al pujo constante, se produce la protrusión o salida de la mucosa rectal a través del ano. Sin embargo, otros estudios afirman que al menos un 15% de pacientes presentan antecedente de cuadros de diarrea agudos o crónicos.
Otra de las causas descritas en el prolapso rectal relacionadas con el pujo son cuadros de tos crónica y el parto vaginal, debido al aumento de presión intraabdominal y el pujo que impacta directamente a la región perianal. Sin embargo, específicamente sobre el parto, existen algunos estudios que señalan que el 40% de las mujeres con prolapso rectal no tuvieron partos a través del canal vaginal.
Por otro lado, hay también causas inherentes a la anatomía del recto, tales como la debilidad o hipotonía de los músculos del esfínter del ano, debilidad de los músculos perianales y el colon elongado o aumentado de tamaño.
En niños además del pujo y la debilidad de la anatomía rectal, se deben descartar enfermedades congénitas del colágeno y del intestino, tales como el Síndrome de Ehlers-Danlos y la enfermedad de Hischsprung respectivamente. Además de otras causas secundarias como traumatismos.
¿Cómo se produce un prolapso rectal?
El esfínter anal normalmente impide que el contenido del intestino y de la mucosa rectal se exteriorice o protruya, inclusive durante el proceso de evacuación. Cuando ocurre una condición en la que existe aumento de presión intraabdominal, como el pujo, el intestino empuja su contenido hacia los orificios naturales (como el ombligo produciendo una hernia umbilical o el recto produciéndose un prolapso).
Si agregado a este contexto existe una condición anatómica como la debilidad el esfínter anal o de los músculos perianales, entonces se producirá con más facilidad la salida de la mucosa o de toda la pared del ano.
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Síntomas del prolapso rectal
Los síntomas del prolapso rectal son variados, predominando una molestia o sensación de peso en la región anal. Si presentas alguno de estos síntomas se debe sospechar en la presencia de prolapso rectal:
- Sensación de masa o peso en el área rectal (protrusión rectal), sobretodo al realizar maniobras que aumenten la presión del abdomen o periné, tales como pujar, toser, realizar esfuerzo. En algunas ocasiones, el prolapso rectal puede ser tan severo que puede empeorar al caminar o solo al colocarse de pie.
- Masa palpable y visible de color rojo o violáceo.
- Incontinencia rectal (salida de contenido fecal sin control del esfínter anal).
- Presencia de sangre al evacuar, conocido con el término médico de rectorragia.
- Presencia de moco en heces o en la ropa íntima.
- El prolapso rectal suele ser indoloro, pero puede ocurrir dolor en los casos severos.
Si presenta alguno de estos síntomas es importante que acuda al médico. El médico especialista en el diagnóstico y manejo del prolapso rectal es el coloproctólogo.
¿Cómo se diagnostica el prolapso rectal?
El médico realizará una evaluación exhaustiva basada en el interrogatorio del paciente, preguntando los antecedentes personales y ginecológicos en el caso de la mujer.
Es fundamental el examen físico de la región anal para realizar el diagnóstico diferencial entre hemorroides y absceso perianal, por ejemplo. El médico considerará además la realización de otros estudios complementarios como el videodefecograma (estudio radiográfico de los movimientos intestinales y musculares durante la defecación) y la manometría rectal (estudio que evalúa las funciones de los músculos del esfínter anal).
