Qué es el síndrome de Ekbom y cuáles son sus síntomas

Un paciente con síndrome de Ekbom acude a la revisión física con la finalidad de tratar la constante comezón o prurito que experimentó en los últimos tiempos. Además, asume que tal padecimiento, está asociado con la presencia de insectos o parásitos que asegura tener bajo o por encima de su piel.

Persona que padece el síndrome de Ekbom

¿Qué es el síndrome de Ekbom?

Es un desorden de tipo psicológico por medio del cual el paciente posee la convicción de que alberga en su piel (por encima o debajo de ella) parásitos o algunos insectos específicos como arañas, hormigas o gusanos.

No existe una causa específica que genere este trastorno, sin embargo, según las estadísticas obtenidas a través de los seguimientos de casos, se ha determinado que la probabilidad de que aparezca es mayor en mujeres que en hombres con edades posteriores a los 50 años de edad.

Causas del síndrome de Ekbom

     El síndrome de Ekbom o delirio de parasitosis, como también es conocido, se ha presentado como resultado de lesiones cerebrales originadas de traumatismos encéfalo-craneales así como durante el síndrome de abstinencia relacionados con el alcoholismo y el consumo de sustancias como la cocaína o las metanfetaminas.

Algunos pacientes reportaron los síntomas tras ser expuestos a productos de limpieza que incluyen la sensación de hormigueo en la piel dentro de algunas de las afecciones que probablemente aparezcan tras el contacto.

La ingesta de medicamentos empleados para el tratamiento de otras patologías,  cuyos efectos secundarios son el prurito también son desencadenantes. Se ha constatado su aparición también en presencia de enfermedades degenerativas.

     Según las causas que dan origen al delirio de parasitosis se puede clasificar al síndrome de Ekbom como de carácter primario o secundario.

Síndrome de Ekbom primario

Se produce cuando el origen del síndrome no se encuentra asociado con ninguna causa externa o proviene de alguna práctica o condición médica.

Puede originarse en  un tipo de Psicosis denominada: “Psicosis Hipocondríaca Monosintomática”, la cual no implica deterioro mental u otros efectos.

Síndrome de Ekbom secundario

Se subdivide en Funcional Secundario y Orgánico. El primero se presenta en pacientes con patologías  como la depresión clínica, Esquizofrenia o Trastorno Obsesivo-Compulsivo.

En el caso del secundario orgánico, las causas se relacionan con el consumo de sustancias de naturaleza ilegal o para el control de otras enfermedades.

Síntomas del síndrome de Ekbom

     Los síntomas experimentados por los pacientes con este síndrome giran en torno a delirios o alucinaciones de tipo táctiles ya que las personas han reportado incluso sentir como se desplazan por encima o debajo de su piel los insectos.

     Al comienzo de la enfermedad suelen acudir al médico con un diagnóstico preconcebido ya que ante la aparición de los síntomas de prurito constante en la piel se han elaborado una idea, incluso se han convencido de que la causa de sus malestares obedece a la presencia de animales que se han alojado en su piel y que se encuentran presentes en medio de su entorno como en su casa, por ejemplo.

     Tras la extensa revisión médica y el descarte de la presencia de algún tipo de insectos o parásitos en la piel, ellos se mantienen incrédulos y acuden a diversos especialistas con la finalidad de confirmar su diagnóstico.

     Cuando son referidos al experto en salud mental, suelen mostrar resistencia en las etapas iniciales pero la gran mayoría termina acudiendo al Psicólogo o Psiquiatra.

     Muchos de estos pacientes pasan años debatiéndose en medio del diagnóstico médico, lo que para ellos constituye la verdad y el objeto de su obsesión. Algunas de estas personas emprenden una especie de lucha incesante con la finalidad de demostrar que estos animales de verdad existen, que están alojados en su piel y que marcan una presencia importante en sus domicilios.

     En ciertos casos clínicos, se han reportado que los pacientes han acudido ante la consulta con muestras explícitas de estos seres que perturban sus días y tranquilidad y, al ser sometidos a estudios rigurosos, no se ha obtenido ningún resultado que compruebe la presencia de estos agentes a los que ellos hacen alusión.

     Los síntomas del síndrome de Ekbom, asociados con la sensación de prurito sobre la piel y los delirios táctiles o formicación, pueden desencadenar consecuencias de deterioro en la salud del paciente, asociados en primera instancia con las lesiones que ellos mismos se auto-infringen con la idea de retirar a los animales que mantienen alojados en su piel o por la acción de frotarse de forma permanente.

Asimismo, se han observado otros síntomas como: Ansiedad, estrés, fatiga, entre otros.

Los persistentes síntomas y la obsesión por una condición que no es real logran transformar de manera negativa la vida de éstas personas.

Tratamientos

El tratamiento consiste en una combinación entre psicoterapia que implique el acompañamiento del paciente así como en el convencimiento progresivo o gradual de que su cuerpo no se encuentra invadido por insectos y que la presencia de estos, al igual que la comezón, son producto de delirios y alucinaciones.

Por otra parte, se ha empleado con resultados bastante efectivos para muchos de los casos la administración de medicamentos con fórmulas antipsicóticas.

     El delirio de parasitosis, como se denomina en el Manual Diagnóstico Cie-10, publicado por la Organización Mundial de la Salud de fecha 18 de junio de 2.018, tiene una duración propia para cada caso.

Otros trastornos asociados

     Existen otras patologías asociadas con el síndrome de Ekbom, de las cuales se ha observado su aparición con éste de forma conjunta:

  • Cleptoparasitosis Delirante: Caracterizada por la convicción del paciente acerca de la presencia de parásitos en su hogar que amenazan su salud en vista de que está expuesto a ser contaminado en cualquier momento. Puede surgir solo pero por lo general lo hace emparejado con el síndrome de Ekbom.
  • Síndrome de Morgellons: El paciente mantiene la creencia firme de que ha sido infectado a través de su piel por fibras, telas, o vendaje. Puede aparecer acompañado por el síndrome de Ekbom posterior al contacto con telas en mal estado como ropas, trapos sucios, prestadas o en muy mal estado.