3 tipos de madres en relaciones tóxicas

Hay tres patrones principales de comportamiento de las madres que someten a sus hijos a presiones conscientes o inconscientes.

madre tóxica con su hija

Se les suele atribuir el nombre de padres o madres tóxicas, sin embargo, esto no hace más que referencia a comportamientos como educadores y formadores que socavan la vida de su hija o hijo, y no solo en el momento de la convivencia, sino que dejan huellas que pueden acompañarlos por el resto de sus vidas adultas.

Tipos de madres tóxicas

Características principales que suele tener una madre tóxica y sus consecuencias a largo plazo.

1. Mamá crítica

Tales madres a menudo presionan a sus hijas, creando complejos: «eres bajo» o «tienes una nariz grande». Cuando su hija crece, se convierte en su crítica más dura: constantemente duda de sí misma, se siente insatisfecha consigo misma y muchas veces incluso odiosa.

Estas mujeres tienen problemas globales en las relaciones amorosas y en cualquier otra área de la vida. Se menosprecian, critican, y no se aceptan. Y no importa cuán hermosa, carismática, inteligente y talentosa sea una niña, todavía se mirará en el espejo y pensará: «Soy fea y no merezco nada en esta vida». 

2. La madre que avergüenza a su hija

Hija se siente avergonzada

Las hijas que crecieron con una madre que las humillaba, se involucran en el masoquismo durante toda su vida. Están en una relación abusiva, sufriendo humillaciones, palizas, un esposo alcohólico y todo tipo de malas actitudes. A veces desde fuera parece que están dispuestas a aguantar absolutamente todo.

Puede ser de diferente naturaleza —a través de la violencia psicológica o física— y de cualquier formato: declaraciones humillantes, coacción a algunas acciones incómodas, vergüenza, burla, bromas.

La crítica vergonzosa a un niño por parte de las madres llega a su clímax y se convierte en un formato de flagelación pública. Esta es una forma muy agresiva de relación.

3. Mamá víctima

Estamos hablando de una madre desafortunada que soportó mucho por el bien de sus hijos. “Viví por ti con tu padre”, “Me negué mucho por ti”. Es posible que mamá ni siquiera le diga nada directamente al niño, pero lo mostrará con toda su apariencia. De hecho, tales padres paralizan sus vidas frente a sus hijos, por ejemplo, si soportan constantemente parejas alcohólicas, palizas o abuso psicológico.

¿Quién es culpable?

En esta situación, no hay culpables o equivocados. Las personas simplemente no pueden encontrar un lenguaje común entre sí, y surge un problema: así como la madre no aceptó a los niños y sus acciones, en el futuro los propios hijos o hijas no pueden aceptar la elección de la madre.

Una relación saludable entre una hija y una madre o padre siempre debe ser en pie de igualdad. El hijo no debe educar al mayor, y el mayor no debe presionar ni humillar al hijo.