Tripofobia: Causas, síntomas y tratamiento

El término tripofobia, conocido hace poco más de una década, se refiere a cierta aversión a figuras aglomeradas sobre una superficie o espacio determinado. Por lo general, las imágenes causantes de tal repulsión son figuras geométricas como círculos o rectángulos. También pueden ser representadas en forma de bultos u orificios.

que es la tripofobia y el miedo a los agujeros

Este vocablo posee raíces griegas, es el resultado de la combinación entre trypo y fobia y significa “miedo a los agujeros” y hace referencia a la fobia al patrón repetitivo de objetos pequeños acuñados en una superficie específica. Algunos objetos que generan aversión en muchas de estas personas son los panales de abeja, las semillas de la flor de loto, entre otros.

Causas de la tripofobia

Sobre las causas que ocasionan la aparición de la tripofobia existen diversas teorías, las cuales han sido ampliamente debatidas por algunos científicos. El campo de investigación con respecto a ésta condición es  reducido y muchos desestiman que sea un tipo de fobia pues generalmente no interfiere en la vida de las personas o el curso de éstas no se ve trastocado.

Asimismo, los resultados de los estudios han arrojado diferencias notables entre aquellos que experimentan realmente una sensación de miedo profunda, que llega a producir alteraciones orgánicas como producto del sistema nervioso autónomo, y quienes ante la imagen representada por un patrón repetitivo sólo manifiestan sentir asco.

Las principales posturas que han surgido para tratar de darle una explicación de orden científico a la tripofobia son las siguientes:

Teoría de la evolución humana

Dos (2) Psicólogos de la Universidad de Essex, ubicada en Colchester, Inglaterra, conocidos como Geoff Cole y Arnold Wilkins, atribuyen la tripofobia y los efectos sobre el organismo a una tendencia o predisposición genética heredada de nuestros antepasados.

En vista de que los patrones que se pueden apreciar en los conjuntos de figuras geométricas en serie se pueden asemejar en apariencia a animales en extremo peligrosos para la salud de los humanos como ciertos tipos de arañas o serpientes venenosas, estos científicos asumen que ésta información se ha transmitido genéticamente a las nuevas generaciones.

El miedo irracional que produce la exposición a objetos con características que provoquen la tripofobia entonces es posible que sea un mecanismo de supervivencia heredado.

Una teoría similar fue la expuesta por Martin Seligman, conocida como indefensión aprendida, a través de la cual afirmaba que algunos de los miedos exacerbados irracionales, conocidos como fobias, tenían origen en la asociación de sucesos que aumentaban las posibilidades de supervivencia. En éste sentido, se atribuía la raíz de las fobias a factores biológicos.

Teoría de la sugestión

La Psiquiatra Carol Matthews sostuvo la tesis que afirmaba que el origen de la patología se debía a los efectos psicológicos que los conocimientos acerca de la tripofobia y sus síntomas desencadenan en los individuos, los cuales, tras recibir las impresiones de quienes la padecen, suelen experimentar sensaciones a nivel orgánico y psíquico bastantes similares.

Síntomas de la tripofobia

La sintomatología es bastante diversa y depende de la intensidad con la que se presente en cada persona. La tripofobia, no ha sido muy estudiada y muchos no la consideran una fobia.

Sin embargo, dependiendo de los síntomas que la persona experimente al ser expuesta a las imágenes que resultan aversivas, puede catalogarse como fobia o no. Los principales síntomas son:

  • A nivel psicológico: Miedo irracional, repulsión, sensación de incomodidad, ataques de pánico, ansiedad, asco.
  • A nivel orgánico: Temblores a nivel corporal, taquicardia, asfixia, dolores de cabeza, sudoración, palpitaciones, nauseas. Otros síntomas asociados con la parte dermatológica vienen dados por: Cosquilleos, comezón, piel de gallina.

Las fobias consisten en miedos exacerbados de corte irracional a objetos, animales, personas y lugares específicos. Para aquel que las padece, éstas patologías pueden llegar a afectar sus vidas de manera negativa y quizás a interferir en la realización de tareas habituales.

Las fobias llegan a paralizar a los individuos, así como a dificultarles el normal desempeño según la intensidad con la que se presente. En cuanto a la tripofobia, no se ha incluido como patología en el manual de los trastornos mentales pero, en muchos casos, los síntomas experimentados por algunos pacientes se asocian con crisis de ansiedad y con una profunda sensación de terror al ser expuestos al estímulo que les desencadena la fobia.

Tratamientos

Aunque la tripofobia no se ha reconocido aún como un trastorno mental, las molestias experimentadas se presentan con tal magnitud en algunos individuos que se hace necesaria la intervención terapéutica a nivel clínico para que la persona pueda salir adelante y llevar una vida normal. Es el especialista en salud mental quien, tras un exhaustivo análisis, deberá dar un diagnóstico y tomar una decisión sobre el tratamiento más eficaz para cada caso específico.

Hasta la fecha no existe ningún medicamento diseñado específicamente para el tratamiento de la tripofobia, sin embargo, se han empleado los métodos con los que se suelen abordar las fobias en general, los cuales expondremos a continuación:

  • Terapia cognitivo conductual: Es uno de los métodos más empleados en el tratamiento de fobias. Consiste en la orientación y asistencia psicoterapéutica para el manejo, así como la disminución, de los niveles de ansiedad que produce la fobia en el paciente. Se trata de extinguir la angustia que produce la cercanía con determinado objeto. El objetivo de ésta terapia es darle las herramientas requeridas a la persona que sufre el miedo patológico para su fortalecimiento a nivel psíquico, aumentando la seguridad en sí mismo, así como el autocontrol.
  • Terapia de exposición gradual: Es una de las técnicas más efectivas y se basa en la exposición de forma gradual con el objeto, persona, situación o ubicación que dispara la fobia y toda la sintomatología que la acompaña. El paciente poco a poco, por medio de la asistencia terapéutica, se irá acercando a aquello a lo que le teme hasta que supere ésta situación.
  • Medicamentos: Aunque son poco empleados en el tratamiento de las fobias, en ciertos casos son recetados con la finalidad de disminuir los niveles de ansiedad o angustia en los pacientes.