A Benjamín Franklin se le atribuye un dicho: El que se acuesta temprano y se levanta temprano será sano, rico y sabio. Es poco probable que esta afirmación sea probada completamente por la ciencia, pero una nueva investigación muestra que las personas que se quedan despiertas hasta tarde y experimentan interrupciones del sueño tienen más probabilidades de sufrir pensamientos negativos que las personas que se acuestan temprano.
Este estudio fue realizado por Jacob Nota y Meredith Coles de la Universidad de Nueva York y publicado en la revista Cognitive Therapy and Research.
Las alteraciones del sueño y los pensamientos negativos
Investigaciones anteriores ya han demostrado un vínculo entre las alteraciones del sueño y los pensamientos negativos repetitivos, pero Nota y Coles se propusieron investigar la relación entre la hora de acostarse y tener pensamientos negativos obsesivos.
Los autores definen los pensamientos negativos repetitivos como «pensamientos abstractos y repetitivos con énfasis en experiencias negativas y problemas personales que son difíciles de controlar«.
Las personas que tienen esos pensamientos tienden a estar demasiado preocupadas por su futuro o pasado, estos pensamientos obsesivos pueden ser muy molestos.
Pensamientos negativos comunes en personas con trastorno de ansiedad
Según Nota y Coles, estos pensamientos son comunes en personas con trastornos de ansiedad, trastorno depresivo mayor, trastorno de estrés postraumático, trastorno compulsivo o trastorno de ansiedad social. Además de todo lo demás, estas personas a menudo tienen problemas para dormir.
Para realizar este estudio, los autores pidieron a 100 estudiantes universitarios que completaran varios cuestionarios y dos tareas informáticas que evaluaban el grado de ansiedad, los pensamientos negativos y la frecuencia de sus repeticiones. Los cuestionarios también tuvieron en cuenta el tipo de hora habitual de dormir («alondra» o «búho«).
Los resultados mostraron que los estudiantes que durmieron menos y se acostaron más tarde experimentaron pensamientos negativos más repetitivos, en comparación con aquellos que durmieron más y se acostaron antes.
Además, los estudiantes que se identificaron a sí mismos como «búhos» también fueron más propensos a experimentar pensamientos negativos repetitivos.
Dormir mal puede afectar la calidad de tus pensamientos
Según los autores, sus resultados muestran que el sueño inadecuado puede estar asociado con el desarrollo de pensamientos negativos, y las personas que padecen trastornos mentales asociados con pensamientos negativos repetidos deben cambiar su horario de sueño, intentar acostarse más temprano y pasar más tiempo durmiendo.
Este estudio es la primera parte de su trabajo científico y planean enfocarse en pacientes con trastornos de ansiedad e investigar si la condición de tales pacientes puede aliviarse normalizando sus hábitos de sueño.
Mientras tanto, otro estudio, realizado recientemente, mostró que la mala calidad del sueño aumenta el riesgo de desarrollar demencia como resultado de cambios en el cerebro.