3 maneras en que el ayuno ayuda contra las enfermedades autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes son cada vez más comunes. Cuando tu propio sistema inmunológico se vuelve contra tu cuerpo y lo ataca por error, has desarrollado una enfermedad autoinmune, que luego puede provocar varios síntomas y otros problemas de salud. Sin embargo, hay 3 maneras en que el ayuno ayuda contra las enfermedades autoinmunes.

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Así es, a través de estrategias dietéticas y de estilo de vida apropiadas, puedes reducir tu riesgo y mejorar tus condiciones autoinmunes. El ayuno es una de estas poderosas estrategias.

El ayuno es un antiguo método de curación en el que te abstienes de comer por un período de tiempo. Tiene muchos beneficios para la salud, incluida la reducción de la inflamación y la mejora del sistema inmunológico.

En este artículo, aprenderás qué son las enfermedades autoinmunes y los principales factores que intervienen en su desarrollo y progresión. También hablaremos sobre cómo el ayuno afecta tu sistema inmunológico y compartiremos 3 estrategias para ayudarte a comenzar a ayunar.

Comprenderás cómo usar estos métodos y con qué frecuencia practicar el ayuno para apoyar tu sistema inmunológico y encontrar alivio de tus afecciones autoinmunes.

Qué son las enfermedades autoinmunes

La enfermedad autoinmune se refiere a un grupo de afecciones en las que tu propio sistema inmunológico se vuelve contra ti y empieza a atacar a tu cuerpo. En un cuerpo sano, el sistema inmunitario te protege de los invasores dañinos, como bacterias, virus, hongos y toxinas.

Además es capaz de diferenciar entre tus propias células y las células extrañas o dañinas. Pero si sufres de una enfermedad autoinmune, tu cuerpo confundirá tus propias células con invasores extraños y liberará un ejército de autoanticuerpos para atacarlas.

Hay más de 100 enfermedades autoinmunes. Algunas, como la diabetes tipo 1, solo se dirigen a un órgano o una parte del cuerpo, mientras que otras afecciones, como el lupus, afectan áreas más grandes o todo el cuerpo.

Algunas de las afecciones autoinmunes más comunes incluyen:

1. Artritis reumatoide (AR): la AR afecta la salud de tus articulaciones. Sus síntomas incluyen dolor, rigidez, calor y enrojecimiento.

2. Enfermedad celíaca: la enfermedad celíaca está estrechamente relacionada con el consumo de gluten. Si las personas con enfermedad celíaca consumen algo con gluten, experimentan una reacción autoinmune, inflamación en su tracto gastrointestinal y una variedad de síntomas que incluyen problemas de digestión, fatiga y reacciones cutáneas.

Si sufres de enfermedad celíaca (y de hecho, cuaqluier enfermedad autoinmune), debes evitar cualquier rastro de gluten.

3. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): la EII, incluida la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, afecta el tracto gastrointestinal. La colitis ulcerosa afecta el intestino grueso y el recto, mientras que la enfermedad de Crohn puede afectar todo el tracto gastrointestinal.

4. Condiciones tiroideas autoinmunes: la tiroiditis de Hashimoto causa una producción lenta de la hormona tiroidea, mientras que la enfermedad de Graves produce demasiada hormona tiroidea.

Los síntomas de la enfermedad de Hashimoto pueden incluir aumento de peso, fatiga, frío y pérdida de cabello, mientras que la enfermedad de Graves causa pérdida de peso, intolerancia al calor, ansiedad y latidos cardíacos rápidos.

5. Lupus: el lupus afecta a múltiples órganos de tu cuerpo, incluida la piel, las articulaciones, el cerebro, el corazón y los riñones. Se caracteriza por fatiga, dolor y erupciones cutáneas, entre otros síntomas.

6. Psoriasis y artritis psoriásica: la psoriasis afecta la piel y hace que las células de la piel se multipliquen más rápido de lo normal, lo que produce parches y escamas rojas y secas. Más de una cuarta parte de las personas con psoriasis también desarrollan síntomas de artritis relacionados.

7. Esclerosis múltiple (EM): la EM causa daño a la capa protectora alrededor de las células nerviosas, llamada lámina de mielina. Sus síntomas pueden incluir debilidad, entumecimiento, problemas de equilibrio y problemas de movilidad.

8. Diabetes tipo 1: la diabetes tipo 1 afecta el páncreas y destruye las células productoras de insulina que interfieren con la regulación del azúcar en la sangre. Los síntomas incluyen sed, micción frecuente, fatiga, visión borrosa y hambre.

Factores principales involucrados en las enfermedades autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes son complejas, sin embargo, hay algunos factores importantes involucrados en su desarrollo y progresión. Veamos los principales factores que pueden desencadenar síntomas o empeorar tus condiciones autoinmunes.

Disbiosis intestinal e infecciones

¿Sabías que tu intestino alberga alrededor del 70 al 80 por ciento de tu sistema inmunológico? Por lo tanto, su cuidado puede ser decisivo para tu salud. Tener una dieta inflamatoria baja en nutrientes, exposición tóxica y estrés puede comprometer el equilibrio de la flora intestinal.

El desequilibrio del microbioma intestinal y la disbiosis intestinal pueden provocar inflamación, comprometer la salud del sistema inmunitario y causar el desarrollo de síndrome de intestino permeable.

El síndrome del intestino permeable es uno de los posibles precursores y causas fundamentales de la autoinmunidad. Si tienes síndrome del intestino permeable, las uniones del revestimiento intestinal que normalmente están muy “apretadas” se aflojan demasiado y permiten que los microbios, las toxinas y las partículas de alimentos más grandes no digeridas pasen al torrente sanguíneo.

Desafortunadamente, tu cuerpo puede reconocer estas partículas como invasores nocivos y extraños, y como reacción puede desencadenar una respuesta inflamatoria y autoinmune.

Además de la disbiosis intestinal de la dieta y el estilo de vida, las infecciones también pueden desencadenar la autoinmunidad. Existen diversas infecciones, incluido el virus Epstein Barr (EBV), o mejor conocido como el virus responsable del E. coli y herpes simple 1 y 2 que se han relacionado con afecciones autoinmunes.

Estas infecciones pueden permanecer latentes dentro de tu cuerpo durante años o incluso décadas hasta que se desencadenan por un factor estresante físico o emocional que crea una respuesta autoinmune.

Sensibilidades alimentarias y enfermedades autoinmunes

A diferencia de las alergias alimentarias, las sensibilidades alimentarias no crean una reacción inmediata en tu cuerpo. Sin embargo, con el tiempo, si consumes regularmente alimentos a los que eres sensible, crearán inflamación, disbiosis intestinal y una variedad de síntomas, incluidos problemas de digestión, problemas de la piel, dolores de cabeza y fatiga.

La sensibilidad a los alimentos también puede desencadenar una respuesta autoinmune y síntomas autoinmunes. Las sensibilidades alimentarias comunes que pueden desencadenar la autoinmunidad incluyen sensibilidad al gluten, productos lácteos, azúcar, huevos, legumbres, nueces, semillas y solanáceas.

Exposición a toxinas y enfermedades autoinmunes

Desafortunadamente, las toxinas están en todas partes a nuestro alrededor, desde el aire que respiramos hasta los alimentos no orgánicos, los productos convencionales para el cuidado del cuerpo y la limpieza, el agua del grifo, el plástico, el humo del cigarrillo, etc. El cuerpo de un adulto promedio contiene más de 500 toxinas diferentes.

Demasiada exposición a toxinas conduce a una carga tóxica en tu cuerpo, que puede abrumar a tu sistema inmunológico y provocar una respuesta autoinmune. Los mohos tóxicos o las micotoxinas, los metales pesados, como el mercurio en la amalgama dental, y los pesticidas en los alimentos no orgánicos son solo algunos de los culpables.

Estrés crónico y enfermedades autoinmunes

El estrés crónico puede describirse como una tensión física, psicológica, emocional o espiritual crónica que crea un estado constante de respuesta de lucha o huida y niveles elevados de cortisol y adrenalina. El estrés crónico también aumenta la inflamación crónica en tu cuerpo, lo que puede provocar un desequilibrio intestinal y una respuesta autoinmune.

Si experimentas estrés crónico, es más probable que trates de sobrellevarlo a través de opciones dietéticas o de estilo de vida poco saludables, como alimentos azucarados, inflamatorios, falta de ejercicio o fumar, lo que puede aumentar aún más el riesgo de inflamación, disbiosis intestinal, autoinmunidad y síntomas relacionados.

Deficiencias de nutrientes

Tener una dieta inflamatoria baja en verduras, frutas, grasas saludables y proteínas magras puede provocar deficiencias de nutrientes. El problema es que la deficiencia de nutrientes puede aumentar tu riesgo de inflamación y enfermedad autoinmune.

Hay varias deficiencias clave de nutrientes que a menudo juegan un papel en la autoinmunidad, incluyendo la de magnesio, vitamina D , zinc, ácidos grasos omega 3, vitaminas B, glutatión y selenio.

De qué manera el ayuno ayuda al sistema inmunológico

El ayuno es una práctica de abstenerse de comer y consumir solo agua por un período de tiempo. El ayuno tiene una serie de beneficios para la salud, incluido un poderoso impacto en tu sistema inmunológico. Veamos cómo el ayuno puede beneficiar a tu sistema inmunológico y cómo puede mejorar tu condición autoinmune.

El ayuno y la autofagia

La autofagia es un proceso que le permite a tu cuerpo descomponer células y componentes celulares viejos, dañados y debilitados, y reciclarlos para obtener energía. Esto estimula y crea espacio para la producción de células nuevas, sanas y más eficientes.

La autofagia ayuda a tu sistema inmunitario a controlar la replicación de parásitos virales e intracelulares y, como resultado, reduce la inflamación. La investigación ha demostrado que la restricción de alimentos a través del ayuno es una forma fantástica de lograr la autofagia en tu cuerpo.

Un estudio ha encontrado que la regulación positiva de la autofagia a través del ayuno puede prevenir, retrasar o mejorar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas del sistema nervioso central (SNC), como la EM.

El ayuno ayuda en el microbioma

El equilibrio del microbioma intestinal desempeña un papel fundamental en la salud y eficiencia de tu sistema inmunológico. Investigaciones han demostrado que el ayuno es una estrategia poderosa con un impacto positivo en tu intestino.

Por ejemplo, un estudio ha demostrado que el ayuno ayuda a tu cuerpo a favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas sobre especies de bacterias dañinas, como la salmonella. Otro estudio ha demostrado que el ayuno intermitente puede aumentar la diversidad del microbioma intestinal, mejorar las rutas metabólicas microbianas antioxidantes y fortalecer el sistema inmunológico de las personas con EM.

El ayuno y la regeneración de células inmunes

El ayuno también puede mejorar la regulación de las células inmunes en tu cuerpo. Según un estudio de investigación reciente, un ayuno prolongado que dura de 48 a 120 horas puede mejorar tu sistema inmunológico. También puede ayudar a activar ciertos mecanismos que mejoran tu resistencia al estrés y las toxinas.

El ayuno también puede ayudar a activar la regeneración de las células inmunes, permitiendo que tu cuerpo recicle las células inmunes viejas y dañadas y genere sangre saludable y un sistema inmunitario saludable.

Esto no solo es una buena noticia para las personas con afecciones autoinmunes, sino que puede ser beneficioso para prevenir el crecimiento tumoral, apoyar el tratamiento del cáncer y experimentar beneficios contra el envejecimiento.

Formas de comenzar el ayuno

Al conocer los beneficios para la salud del ayuno que ayudan al sistema inmunológico, probablemente estés entusiasmado por empezar tu viaje por los ayunos. Sigue leyendo para aprender cómo comenzar a ayunar para mejorar tu condición autoinmune.

Comieza con ayuno intermitente

Para experimentar los beneficios inmunitarios del ayuno, es recomendable que comiences con el ayuno intermitente. El ayuno intermitente es una estrategia que implica ayunar durante un cierto período de un día.

Existen diferentes tipos de estrategias de ayuno intermitente que puedes elegir dependiendo de tu experiencia de ayuno, salud, estilo de vida y preferencia. Algunos tipos se pueden practicar todos los días de la semana, mientras que otros tipos de ayuno se emplean mejor solo varias veces a la semana.

El ayuno simple

Si eres nuevo en el ayuno intermitente, lo mejor es que comiences con el ayuno simple. Es la duración más corta de la estrategia de ayuno intermitente. Es el más fácil y el mejor para los principiantes porque solo estarás en ayunas durante 12 horas y tendrás un tiempo para comer de 12 horas.

El período de ayuno incluye el sueño nocturno, por lo que es fácil de seguir. Para practicar el ayuno simple, puedes terminar la cena a las 6 p.m., y puedes comer nuevamente a las 6 a.m. Del mismo modo, teniendo tu cena a las 7 pm, estarás listo para tu primera comida a las 7 am.

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